lunes, 19 de marzo de 2012

AYUDAMEMORIA: CONOZCA A DIRIGENTES INDÍGENAS DE LA MARCHA

*SALVADOR QUISHPE, PREFECTO DE ZAMORA CHINCHIPE

“Salvador Quishpe
REVELACIÓN INDÍGENA

Autora: Mariana Neira
Revista VISTAZO. Marzo 16/2000

Dentro de la dirigencia indígena hay un joven que llama la atención: es Salvador Quishpe, presidente de la Ecuarunari. Nunca esquiva la mirada, se expresa con soltura, de manera franca y maneja tesis con la solidez que le dio su formación en la universidad de la vida y en la Universidad San Francisco de Quito a donde llegó saltando los cercos creados por su marginalidad rural y su condición de indio.
La imagen de este prototipo del nuevo indígena forjado en un Ecuador de diferentes rostros es dibujada por él con sus palabras:

"Nací el 15 de marzo de 1971 en la parroquia Guadalupe, cantón Zamora, provincia de Zamora Chinchipe. Soy hijo de Manuel Quishpe y Francisca Lozano. Pertenezco al pueblo Saraguro de la nacionalidad quichua. Inicialmente los saraguros llegamos a Loja y a finales del siglo XIX mis abuelos se trasladaron a Zamora Chinchipe. Ahora, un 50% de los saraguros está en Zamora Chinchipe y el otro 50% en Saraguro, Loja.

Mis abuelos consiguieron una finca de 100 hectáreas en Zamora Chinchipe. En ese tiempo era fácil conseguir tierras en la Amazonia. Ellos con mis papis se dedicaron a la ganadería, al cultivo de la caña. A los dos años me llevaron al cantón El Pangui. Fueron a trabajar en la finca ganadera de la curia de Zamora Chinchipe. Allí nacieron mis ocho hermanos. Vivía en la misma casa un misionero suizo italiano y aprendí bastante de él. Recuerdo y tengo fotos: él nos llevaba en brazos. En 1978 mis papis me sacaron a la escuela fiscal Rumiñahui, en la parroquia San Lucas, cantón Loja, donde está la comunidad Pichig. Ahí mi mami fue dirigente del cabildo Hatarishun (Despertémonos) y mis primeras percepciones de esto (la dirigencia) vienen de ella. Hacía actividad sociopolítica, cultural, proyectos de desarrollo y yo le acompañaba.

No entré a la secundaria de inmediato. Lo hice a los 16 años. Durante ese receso formamos la Unión de Jóvenes de San Lucas. Ahí hice primero y segundo curso. Por dificultades económicas abandoné el colegio y pasé a vivir con mis papis en Zamora Chinchipe, comunidad Nuevo Paraíso, por el Nangaritza, donde consiguieron una finca. Nos dedicamos a tiempo completo a la ganadería. Había una escuela pero el profesor iba solo de martes a jueves. Me pidieron que sea el alfabetizador y me di cuenta que tenía vacíos. Eso me hizo sentir la necesidad de salir a terminar el colegio. A los 19 años entré al Instituto Normal Superior No 16 de la ciudad de Zamora. Allí empezamos a crear la Federación de Saraguros de Zamora Chinchipe para defendernos de las compañías mineras explotadoras de oro. Los lavaderos tenían en el río Yacuambi y subían destruyendo las casas de las comunidades, explotaban con el trabajo a la gente y contaminaban.

En cuarto curso me tocó el año de conscripción. Me gané el aprecio de los militares y pedí que me facilitaran salir a clases y mis dos últimos años de secundaria, modalidad semipresencial, los hice en una extensión del Instituto Quilloa Cañar creada en Zamora Chinchipe. No era necesario que fuera al cuartel porque en Nuevo Paraíso yo vivía junto a un destacamento, a 10 minutos de la casa en canoa de motor que es la única forma de movilización que tenemos. Ahí yo tenía muchos amigos militares, era adolescente todavía y aprendí cómo funcionan los armamentos. En ese tiempo que todavía había el problema limítrofe, todos los civiles recibíamos instrucción militar. Manejar los fusiles era muy sencillo para mí. En el cuartel aprendí otras cosas, incluso a pintar. Un sargento que era de Machachi me enseñó. No tengo una técnica especial, pinto empíricamente filosofía andina, básicamente paisajes con vida porque esa es nuestra realidad: los cerros, las nubes, los ríos tienen vida. Hasta los primeros años de universidad pinté, ahora no tengo tiempo.

Me gradué de bachiller en julio de 1991 y en agosto terminé la conscripción. En 1992 formalizamos la Federación de Saraguros de Zamora Chinchipe. Yo fui el dirigente agrario. En marzo de ese año hicimos el primer levantamiento y sacamos a las empresas mineras: una canadiense y una rusa. No estábamos aún afiliados a la Conaie. Esto se dio en 1994. La Federación me nombró profesor de una escuelita a 10 minutos de Zamora. Tenía 30 alumnos y daba clases a los seis grados. Recibía una bonificación del Estado de 29 mil sucres, en ese tiempo era terrible, no me alcanzaba ni para el bus. La Federación se relacionó con la Fundación Hanns Seidel que apoyaba proyectos de desarrollo y capacitación. Me hice amigo del director y le conté que estaba trabajando de profesor. Yo nunca pensé salir a la universidad, de repente él nos preguntó a mí y a otros indígenas si nos gustaría ir a la universidad. Fue muy persuasivo y nos invitó a Quito.

En esos primeros tiempos de juventud me gustaba la música. Formaba parte de un grupo folclórico que hacía giras por Loja. Después armamos otro en Zamora Chinchipe. Yo tocaba la quena, la zampoña, la guitarra, el charango. Por venir a Quito dejé todo. A mediados del 93 renuncié a la escuela y vine con otro compañero. Conseguimos una casa en Tumbaco. Por la gran diferencia que existe entre la educación rural, de provincia, con la de Quito perdí el examen de ingreso en la Católica. Fue frustrante para mí. Estaba por regresar a Zamora cuando conseguí trabajo en una quinta. El hijo del dueño tenía buses y yo andaba de controlador con la idea de la universidad en mi cabeza. La Central no tenía examen de ingreso pero tenía fama de muy politizada. Ahora cambió mi opinión sobre la Central. Pasé a cuidar otra quinta, la de una señora muy buena que me animaba mucho para que entre a la universidad. Conseguí profesores amigos y libros para llenar los vacíos, asistí a cursos organizados por la Hanns Seidel y en cuatro meses aprendí economía, psicología, cálculo matemático que nunca había aprendido en el colegio. Pasé el examen en la Universidad San Francisco que me dio un préstamo del 95% y la Fundación cubrió el cinco por ciento restante. De ese 95% yo debo pagar el 20% y en ese problema estoy, el 75% era una beca.

Era duro para mí porque me casé a los 22 años y tenía tres hijos. Estoy casado con Alba Vacacela. Me arreglaba con lo que ganaba cuidando la quinta. Éramos 11 indígenas de algunas nacionalidades: shuar, otavalos, tres saraguros. A finales del primer año circuló un panfleto pidiendo que la Universidad retire a todos los indios que estábamos allí. Nos preocupó y dijimos públicamente: Nos quieren retirar, retírennos pero lo vamos a hacer públicamente, que vengan los medios de comunicación acá y que vean por qué nos retiramos. Nunca más volvimos a hablar del tema ni se repitió. Es la Universidad que tiene la clase más alta del país. Están los hijos de los ministros, es decir, la gente que maneja el poder político, económico del país. Había un racismo implícito pero también hice buenos amigos, unos 10 que no eran indígenas. Con los indígenas intentamos formar la Asociación de Estudiantes Indígenas de la San Francisco y tuvimos todas las dificultades. Algunos antropólogos les pareció bien pero en términos antropológicos, no en términos sociopolíticos. Lo antropológico para estudiarle a alguien, nosotros siempre hemos protestado.

Tuve profesores ecuatorianos y extranjeros. Nunca fui amigo de José Julio Cisneros pero es el profesor que más me llamó la atención, igual su materia que era lo que yo quería: sociología. Era un latinoamericanista bastante analítico. Lo más difícil: las clases de física y El Ser, que es filosofía. El profesor, un alemán muy estricto, era el más amigo mío, hasta ahora, pero era la clase más fregada. Ahí sentí los baches en la formación secundaria. La cultura ecuatoriana no es lectora, dentro del campo indígena mucho menos porque somos una cultura más oral y era bastante difícil leer en una noche los cinco libros de filosofía que mandaba. Además, yo discrepo con esta filosofía general, occidental que es necesaria pero en la práctica vivencial, nada que ver, es totalmente distinta a la filosofía andina que nosotros tenemos. Es igual en psicología. Perdí el examen de ingreso en la Católica porque yo nunca había tenido la oportunidad de jugar con dados y de repente me pusieron unos dados dibujados en el papel para que arme la figura. Llegué para informarme del resultado del examen y un curita me dijo: '­Uy!, ustedes no tienen idea de lo que debe ser acá'. Me molestó mucho porque yo no tolero a ese tipo de personas que tratan de disminuirnos y le invité a dar un examen de psicología sobre el río Nangaritza. Le dije: ­Qué tal! Te pones en una canoa y yo me pongo acá en otra canoa y ahí nos vemos, yo te gano el examen. Se quedó pensando. Le dije: Esa es la realidad, esa es mi educación, aquí me gana cualquier estudiante del Americano en clases que ellos recibieron pero no van a saber lo que yo sé, ¿por qué es que tienen que decir que yo no sirvo para la universidad?
Eso nos ha llevado a pensar en una universidad indígena. Hay conocimientos muy valiosos que no están escritos, son conocimientos empíricos que hay que ir sistematizándolos. A la cabeza está Luis Macas y funcionará en dos años. No va a ser la universidad típica, con un edificio, sino un trabajo de campo, con sedes en diferentes puntos de la Amazonia ecuatoriana, en Bolivia y Perú.

Un requisito de la San Francisco es saber inglés. Yo tomé ahí algunas clases pero aprendí cuando salí a Estados Unidos con una beca. Fue el tercer año. Me fui a la Eastern Mennonite University de Virginia. Estuve un año y por las relaciones que la Conaie tiene con la Coalición Indígena de la Cuenca Amazónica (Coica) conseguí una pasantía de tres meses en Washington. Yo siempre he combinado mi trabajo de estudiante con las actividades de la organización. Allá yo era una especie de vocero de la Ecuarunari. Mi pasantía fue observar en el Banco Mundial, la OEA, el FMI y otros, qué hacían en el campo indígena y en nuestro país. En el Banco Mundial vi los proyectos que están haciéndose en el Ecuador y otros que supuestamente están haciéndose pero aquí no hay nada pese a que en los papeles constan los proyectos y los desembolsos de dinero. He regresado tres veces a los Estados Unidos invitado para dictar conferencias, como delegado de la Ecuarunari. Fui su vicepresidente desde inicios del 98 hasta finales del 99. Después presidente. En abril termino mi mandato y me iré a los Estados Unidos para hacer un doctorado en derecho o relaciones internacionales. Empecé derecho internacional en la Universidad Central, lo dejé por la presidencia de la Ecuarunari.

Es cierto que tampoco sabía bien el quichua. Yo no hablaba quichua en mi niñez. Aprendí y empecé a hablar después, solamente en la casa, con mis abuelos. Nunca aprendí a escribir quichua por eso tomé‚ clases de lingüística en la Universidad San Francisco y obtuve la subespecialidad en quichua. Mi título profesional principal es Sociología para el Desarrollo.

¿Que soy duro? Dicen eso porque yo no tengo por qué ocultar cuando creo que estoy en la verdad, tengo que decir las cosas con claridad. Yo discrepo con los políticos que para guardar la imagen tienen que esconder cosas, dar las vueltas o esperar el momento oportuno para decir las cosas...
¿Qué hago además de la dirigencia? Cuando tengo tiempo no me canso de jugar voleibol".

*HUMBERTO CHOLANGO, PRESIDENTE DE LA CONAIE
Manuel Humberto Cholango, nació en 1976, en Los Andes, Cangahua, provincia de Pichincha. Es un campesino agricultor indígena, perteneciente a la nacionalidad kichwa. Hasta 2009 fue presidente de la organización kichwa ECUARUNARI. Es presidente de la CONAIE desde el 18 de mayo 2011.
Es Egresado de la Facultad de Ciencias Humanas, de la Escuela de Gestión de la Universidad Politécnica Salesiana.
Está casado con Susana Quilumbaquin, con quien tiene 2 hijos, un niño y una niña.
Ha ocupado varios cargos dentro de la comunidad indígena:
Secretario de la comunidad de Los Andes, cuando su padre era Presidente de la misma. Le dieron ese cargo porque era el único que sabía leer y escribir. Esto, cuando estaba en 2do. Grado de primaria.
Fundador de la Corporación de Organizaciones indígenas y Campesinas de Cangahua (COINCCA), antes llamada UNOIN. Dirigente de Educación de la misma.
Presidente del Grupo de Jóvenes "Intipa Churicuna"
Fundador y Secretario de Radio Intipacha.
Primer Coordinador de la Confederación de Pueblo Kayambi.
Dirigente de la Juventud y de Educación de ECUARUNARI.
2000- 2003.
Miembro del Equipo de Trabajo del Consejero por Pichincha, Manuel Castillo.
Entre los proyectos en los cuales ha trabajado están:
Creación de Radios Comunitarias.
Director de un Proyecto de Desarrollo de la COINCCA.
Participante en el proceso de reforma del Proyecto Político de la CONAIE.
Primer Coordinador del Proyecto de Reconstitución y Fortalecimiento de los Pueblos.
Investigador y redactor sobre la historia e identidad del pueblo Kayambi.
Promotor de la Escuela Política de Jóvenes.
Ha participado en varios eventos internacionales:

Encuentro Latinoamericano de Jóvenes contra la Globalización.
Foro contra el Racismo y la Discriminación.
Intercambio de Experiencias con los pueblos indígenas en Bolivia.
Primer Encuentro de los Pueblos Indígenas en Perú, de la región andina.
Fue invitado oficial del Presidente Fidel Castro a Cuba, como parte de la Delegación indígena que visitó la isla en abril del 2003.
Justamente ese año fue elegido presidente de la ECUARUNARI.
Fuente: ECUARUNARI

*DELFÍN TENESACA, PRESIDENTE DE LA ECUARUNARI

Quito, 21 de diciembre de 2009 .- Ecuachaski, luego de la posesión simbólica realizada en Cochapamba a Delfín Tenesaca del pueblo puruhá de la provincia de Chimborazo, como nuevo presidente de ECUARUNARI, conversó con el flamante presidente, para conocer su vida, su lucha, su historia, anhelos y sueños.
Delfín Tenesaca, es un compañero que ha luchado toda la vida desde la niñez, es de la comunidad de San José de Mayorazgo (Guamote), tierra de Mayorales con bastante pobreza, la tierra sin agua, ladera. Con muchos sacrificios adquirieron esas tierras, endeudados.
Delfín Tenesaca, creció en esos campos, apenas termino su instrucción primaria, salió a migrar cerca de Machachi a cabe de papas, cuando fue más joven se dedico a tejer ponchos en una fábrica, más tarde se dedico a presentar como catequista. Y allí nació la iniciativa de estudiar secundaria, cuando era responsable del centro de formación indígena fue a la Universidad, por falta de recursos económicos solo estudio promoción social y tecno logado.
Luego tuvo más necesidad de estudiar y fue a la Universidad Salesiana, allí estudio Gestión para el Desarrollo Local y la licenciatura. Siempre estuvo para el servicio de las comunidades luchando, así en 1994 levantaron contra el gobierno de Sixto Duran Ballén en Chimborazo para defender las tierras y derogaron 44 artículos, gracias a la convocatoria de la CONAIE a la movilización, cuando era secretario de la Confederación del Movimiento Indígena de Chimborazo.
Toda la vida estuvo al servicio de las comunidades, ha sido director del centro de formación indígena Leonidas Proaño, en este centro preparaban jóvenes para ser servidores, líderes, dirigentes al servicio de los demás. Más tarde el Obispo de Riobamba, confió en el trabajo de Delfín Tenesaca y nombro representante del Obispo en la provincia, a eso le llaman covicario de la pastoral indígena, luego colaborador en la pastoral indígena en Cacha, como párroco laico, no como sacerdote o cura.
En el año 2005 fue elegido como presidente de la Confederación del Movimiento Indígena de Chimborazo COMICH termino los tres años de periodo, volvieron a reelegir por unanimidad. Y hoy está muy agradecido por que le volvieron a elegir por consenso, por unanimidad para que asuma la ECUARUNARI.
¿Podemos hablar de Delfín Tenesaca, como discípulo de Monseñor Leónidas Proaño?
Tan discípulo no, pero de muy joven tuvo la suerte de estar un par de años cercano y admirador, más bien como un joven ingenio para acercar y preguntar al obispo Proaño tan sencillo, humilde, pero tan humano donde preguntaban, conversaban. Y allí le enseño muchas cosas, él le decía primero cuando surgen algunas cosas hay que aceptar con humildad, esa humildad no es para ser humillad, sino para servir con humildad y con una posición firme y valiente.
Mons. Proaño, le invitó para que fuera Sacerdote, pero Delfín mencionado tres cosas: 1) que era indígena por lo tanto no podía ser Sacerdote, 2) era pobre y no tenía recursos y 3) tenía pecados. El obispo muy inteligente y chistoso le dijo: haz cumplido con todos los requisitos, solo fue servidor laico, pero con la posición de la Teología de la Liberación, conoció varios países, participó en varios eventos teológicos, terminó su formación en el centro, con conocimiento amplio de un Dios Liberador.
Desde este punto de vista, para Delfín Tenesaca, el cambio, la propuesta, la liberación es muy importante, precisamente los pobres cuando hay unión y organización, es posible que vengan los cambios, esa en la fe, esa es la creencia. Por ejemplo el obispo Proaño, escribió un libro creo en el hombre y en la comunidad, en eso mismo cree Delfín, en el hombre, en la organización, la comunidad y en el runa. Ese runa de hombres, mujeres, cree en la cultura, en la identidad, organización, en el servicio y en el cambio.
¿Todos y todas quieren conocer un poco más del mashi Delfín Tenesaca, su familia, hijos, que le gusta y que le disgusta?
Casado con María Victoria, tienen 5 hijos. Su esposa tiene 42 años y Delfin 46 años, 25 años de casado, con una experiencia muy importante, tiene el apoyo de su esposa, lamente que como mujer no pudo avanzar en los estudios. Ella le apoya en los trabajos agrícolas, quehaceres domésticos, a su chacra, es chacarera pero también es dirigenta y así están muy comprometidos con la lucha del pueblo.
De los cinco hijos, 2 son hijas y 3 hijos, todos empeñados en estudiar y están conscientes que el padre no está dedicado solo a ellos o en la caso, sino más dedicado a la gente. Ellos a veces se aburren y dicen: cuando a estar junto permanentemente. Pero Delfín ve desde su pensamiento y su lucha dice: el pueblo y la gente lo necesita, ese es la actividad, su profundo pensamiento, criterio y sentir es servir a los demás.
¿El nuevo presidente de ECUARUNARI, que le dice a Rafael Correa?
Con mucha sinceridad dice: como cristiano hasta puede utilizar la biblia y le califica “es un lobo envuelto con piel de oveja” por encima parece bueno, comprometido, parece que está haciendo trabajos muy importantes, pero en el fondo es anti indígena, anti organización, no sé si él es así o a lo mejor sus asesores no sirven, no le ayudan o esos asesores son anti indígenas, manipulan, manejan o a lo mejor él mismo es prepotente.
Para el modo de ver a Delfín Tenesaca, el presidente Correa no respeta a las organizaciones, no se siente gobernado por un ser que ama a los demás, a las culturas, a los pueblos, pero tampoco ama a la madre naturaleza. Es un presidente, un gobierno de la derecha, que piensa solo en la economía, un economicista simplemente, saca todos sus recursos simplemente pensando en las empresas grandes. Una familia bastante prepotente, indiferentes o a lo mejor solo hasta ambiciosos, por eso es la pelea entre él con su hermano Fabricio Correa. Y eso no es ejemplo presidencial, no es ejemplo para familias, para ayllus, para runas.
Patricio Zhingri T.
Comunicación ECUARUNARI

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