sábado, 11 de abril de 2015

LOS MILITARES Y LA PANTERA ROSA




Por Mariana Neira
Estábamos acostumbrados a que en las celebraciones militares sus bandas interpretaran marchas marciales, pero como la ‘revolución’ ordenó que las bandas ya no fueran de guerra, sino de paz (amor y buen vivir), ahora tocan música popular. Lo sorprendente fue que durante la conmemoración de los 20 años de la mayor gesta heroica del siglo, el triunfo militar en el Cenepa, la banda interpretara en el principal escenario castrense, frente a la tribuna en la que estaba el presidente de la república, la música de la pantera rosa con los uniformados meneándose a su ritmo.
¿Qué es esto?, nos preguntábamos y más preguntas surgieron cuando ningún oficial intervino con un discurso para recordar el hecho histórico. Solo habló el presidente, muy enojado, por cierto, porque los militares no le creen que no va a desaparecer el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, ISSFFAA. (Descubrimos que no solo los civiles no le creen).
Los militares tienen un comportamiento específico. Si bien están claramente divididos en tres fuerzas (ejército, marina, fuerza aérea), procuran que sus problemas se resuelvan dentro de los cuarteles. Si deben hacer reclamos públicos a los gobernantes, usan un lenguaje especial, con mensajes indirectos, a veces metafóricos, cumplen un protocolo estricto (dicen cuando un comandante debe presidir un acto, cuando debe hablar, etc.) y usan símbolos de rechazo o simpatía a un presidente (por ejemplo, les quitan la guardia presidencial cuando quieren que se vayan a su casa). No sé qué simbolizó el sensual baile de la pantera rosa que arrancó risitas nerviosas en la tribuna, pero que los militares están molestos, están molestos.
La ‘revolución’ ya ‘se ha comido’ (en lenguaje popular) a todos los poderes del Estado, a todas las instituciones importantes de la sociedad, son pocas las que aún se resisten a ser dominadas. Aparentemente, los militares no integraban este último grupo porque estaban encantados comprando avioncitos, helicópteros que se caen, con aumentos de sueldos; estaban pacíficamente dejándose mutilar (con la limitación del servicio militar, bajaron sus efectivos; sus centros educativos pasaron al Estado, etc.) Pero últimamente también a los militares les cayeron encima algunas enmiendas constitucionales propuesta por el gobierno que, parece, les hizo reaccionar. La más seria de éstas propone la conversión de militares en bomberos, policías, aduaneros. (Más reducción de personal y un alto riesgo de corrupción).
Prácticamente hay un proceso de desmantelamiento de la institución tradicional, no precisamente para eliminar a la milicia, sino para compensarla con elementos sumisos al partido de gobierno como en Cuba, China, Corea, Venezuela y más revolucionarios. Otra enmienda dice que garantiza la seguridad social de los militares (obvio, es un derecho que no pueden eliminar) pero no explica quien administrará el seguro militar si el ISSFFAA o el IESS. Detalles en:
Y hay un asunto muy serio en trámite, el enjuiciamiento a los militares involucrados en el 30S. Según una nota de prensa, la Comisión de Investigación del 30 S anunció que comenzará a investigar a quienes participaron en estos hechos... La investigación por este caso comenzó el 26 de marzo del 2013, para indagar la toma de la Base Aérea. El hecho ocurrió porque, presuntamente, los uniformados protestaban por la expedición de la nueva ley de servicio público. Y el 7 de junio 2014 se informaba que comenzó la audiencia de dictamen en contra de 225 miembros de la Base Aérea que estuvieron durante las protestas del 30 de septiembre del 2010. Detalles en:
Pero los más molestos por estas acciones parecen los militares en servicio pasivo y los activos del Ejército. Se notó el día de la inauguración de la exposición recordatoria de los hechos en el Cenepa. Todos suponíamos que el presidente estaría allí, pero apareció en Guayaquil, en un acto de la Marina que le pedía armas y más armas. (Es típico de los presidentes con problemas, se arriman a la Marina). ¿Les dolió a los del Ejército esta ausencia? ¿Y qué habrán sentido cuando a uno de sus ex generales, el general González que escribió un libro diciendo que el presidente nunca estuvo secuestrado por los policías, el presidente le dijo retrógrado? Fueron los últimos eslabones en la cadena de hechos que le pusieron el ritmo a la pantera rosa. ¿Qué tocarán después?
Publicado en la revista digital PlanV 9 febrero 2015

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