jueves, 31 de agosto de 2023

FERNANDO Y CHRISTIAN: SOLIDARIOS EN SUS SUEÑOS

 

Entre los ecuatorianos buenos están los periodistas soñadores que se juegan la vida porque en el mundo se respete los derechos de todo ser humano, haya igualdad y honestidad. Uno de ellos era Fernando Villavicencio Valencia, un soñador que incluso fabricó una ilusión: la de ganar la presidencia de la república para atrapar a los pillos y acabar con la corrupción y el narcotráfico que ahora abunda en Ecuador gracias al encubrimiento y protección de grupos de poder económicos y político codiciosos, malvados, que embarran los sueños con sangre.

Que Fernando se candidatizara provocó pánico en estos grupos que decidieron no dejarle ni siquiera que terminara la primera vuelta. Lo mataron faltando 11 días. Este apuro por matarlo hace sospechar que tenían información de que  sería finalista, con la opción de ser presidente.

¿Cómo podían aceptar un presidente con un maxi paquete de nombres y datos de corruptos y narcos? ¿Cómo aceptar a un presidente que de entrada anunciaba la militarización de los puertos por donde salen toneladas de droga a EEUU, Europa y a todo el mundo? ¿Cómo aceptar a un presidente que iba a depurar las fuerzas de seguridad, la justicia? ¿Cómo aceptar a un presidente que anticipaba transparentar los negocios y negociados del Estado con el sector privado? El último contrato que denunció fue de colocación de cámaras de vigilancia con fallas en Guayaquil. Cámaras como estas serán el gran negocio del futuro en el país, como la ‘lotización’ de la seguridad con empresas privadas. Desde luego, más gordos son los contratos de telecomunicaciones, explotación de gas, petróleo y minas, todos los ‘estratégicos’ que durante el correismo manejaba el ex vicepresidente judicializado por corrupción, Jorge Glas, ahora con un pie en la cárcel y un grillete en la calle.

SOLIDARIDAD  DE AMIGO

“Mataron a mi amigo”, dijo Christian Zurita, desesperado. No era para menos, Fernando Villavicencio estaba entre sus compañeros de investigaciones periodísticas. Han contado los medios lo que sucedió después. Apenas faltaban 11 días para la primera votación y con el dolor a flor de piel, sus compañeros de la lista 25 emprendieron en una carrera para reemplazar a Fernando. El escogido fue Christian que, rompiendo las barreras impuestas por los políticos oportunistas y los ‘magos’ del CNE (Consejo Nacional Electoral), hizo la campaña más veloz vista en este tiempo democrático de la nación.

Viéndolo en este extraño ‘trabajo’ de candidato a presidente de la república, con Violeta Bazante recordamos que en 1992 lo escogió para que trabajara con ella en la revista Vistazo, en su ‘centro de documentación’ (archivo) de productos informativos de la empresa: revistas, grabaciones, fotos, libros. En 1993 su tía llamó a la redacción para pedirme que le permitiera hacer las prácticas que le exigía la ‘gloriosa’ Universidad Central del Ecuador. Aceptado. A la primera cita se presentó un chico flaquísimo con su pelo estilo Einstein. Habló de su trabajo en el archivo y de su gusto por la lectura que me parecieron buenas bases para que fuera un buen periodista. En meses pasó a ser ‘investigador junior’ que formó equipo con Fausto Yépez, Cecilio Moreno, después con Juan Carlos Calderón, unos ‘tragalibros’ bárbaros, pero con un problema: éramos unos clase media que no podíamos llevar un ritmo de gasto muy alto en ‘best sellers’, entonces, a alguien se le ocurrió formar un mini club del libro y, por turnos, cada uno debía comprar un libro. Fueron siete años de muchas anécdotas y experiencias profesionales.

SOLIDARIDAD DE LOS ECUATORIANOS BUENOS

El universo de los periodistas de investigación creció y juntos o en solitario produjeron temas de gran impacto, especialmente en la década correista cuando (lo he dicho en otros artículos), fueron asesinados por lo menos 4 periodistas, solo en Guayaquil. Villavicencio viene a ser el primer serrano y lo mataron en el corazón del norte de Quito, casi el mismo día del primer grito de la independencia de la república. (¿Fue un mensaje subliminal?)

Pero los asesinos no imaginaron que el crimen de Fernando Villavicencio tendría un efecto boomerang. Él, representado por Christian Zurita, ocupó el tercer lugar en la primera vuelta con el voto del 16% de electores que repudiaron el crimen como un mecanismos para silenciar denuncias y constituye una muestra de su confianza en los periodistas de investigación que vienen denunciando por años que los grupos de poder del país están corrompidos y embarrados con droga de pies a cabeza.

IDEAS Y DENUNCIAS VIGENTES

Al asesinar a Fernando Villavicencio, no mataron sus ideas ni sus denuncias. Ya están en la historia y responsabilidad de los familiares, amigos, colegas, centros educativos, instituciones periodísticas es mantenerlas vigentes y estimular su análisis para que las nuevas generaciones las usen como guía para corregir el rumbo de este país.

También es su responsabilidad y de todos los ecuatorianos exigir a las autoridades que usen todos los recursos necesarios para descubrir a los autores intelectuales del crimen de Fernando. Y que mientras más grandes sean los peces, menos les tiemblen las manos para aplicar justicia.

Fernando será recordado siempre por la ética con la que manejó el periodismo,  por su frontalidad y valentía. Christian por su profesionalismo y esa solidaridad admirable que lo tienen atado a un casco y un chaleco antibalas.

Mn 24 agosto 2023.

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