LOS REVOLUCIONARIOS Y LOS DICTADORES

Los ecuatorianos siempre han manifestado su simpatía por el izquierdismo y vea lo que les sucedió en el pasado.

Por los años 60 la calentura izquierdista subió tanto que la derecha resolvió elaborar un plan anticomunista con militares, estudiantes, profesionales, iglesia, empresariado, hacendados. Ese frente derrocó el 11 de julio 1963 al presidente Carlos Julio Arosemena Monroy que estaba apoyado por la izquierda.

Le sucedió la Junta Militar integrada por el capitán de navío Ramón Castro Jijón, coronel Luis Cabrera Sevilla, teniente coronel Guillermo Freile Posso y el senador funcional de las Fuerzas Armadas Marcos Gándara Enríquez.

La Junta Militar declaró ilegal al Partido Comunista, suprimió el derecho a la huelga, dictó la Ley de Seguridad Nacional, obstruyó la asociación sindical, reformó la Ley Orgánica de Educación Superior “respetando la autonomía”.

Amparados en esos instrumentos legales, los militares realizaron la mayor cacería de comunistas registrada en el país. Desde el día que asumieron el mando, en Guayaquil apresaron a más de 100, en Quito alrededor de 125 comunistas, velasquistas, cefepistas, etc. Según escribió el ex agente de la CIA, Philip Agee, para la persecución usaron la ‘Lista LYNX’ preparada por ‘La estación’, o sea, por la CIA. Esta lista registraba “cerca de 400 comunistas y otros activistas de extrema izquierda considerados los más peligrosos”.

Ellos fueron detenidos, otros se autoexiliaron, pero para  que se enfriara la calentura tuvieron que pasar tres dictaduras militares y una civil: Junta Militar 63-66. José María Velasco Ibarra (civil) 70-72. Guillermo Rodríguez Lara 72-76. Consejo Supremo de Gobierno (triunvirato militar) 76-79.

En total fueron 12 años de dictaduras. Y lo curioso es que una de esas dictaduras fue civil.

Ahora la moda son las ‘dictaduras democráticas’ forzando a reformas legales para reelecciones indefinidas, como lo hizo Rafael Correa antes de ir al ático de Bélgica por su familia, según dijo. Durante sus 10 años de gobierno apresó a más de 200 líderes sociales, muchos indígenas, liberados en el gobierno de Lasso. (Tomado del libro ‘Un ciclón llamado Fidel’, de Mariana Neira).