domingo, 6 de marzo de 2022

PUTIN, A ‘PASO DE PISTOLERO’, SILENCIA A SUS OPOSITORES Y QUIERE DOMINAR EL MUNDO

Vladimir Putin celebraba su cumpleaños cuando asesinaron en un ascensor de Moscú, a tiros, a la periodista Anna Politkovskaya que, valientemente, denunciaba la corrupción y abusos de altos funcionarios rusos. A la periodista Natalia Estemirova que denunciaba violaciones a los derechos humanos la acribillaron en una carretera. Son dos mujeres que deben ser recordadas en esta semana de la mujer. Pero la lista de asesinatos soterrados durante la época Putin incluye a otros personajes abaleados, envenenados, incluso en otros países a donde ha llegado su largo brazo de la muerte.

 

Vladimir Putin, nacido el 7 de octubre 1952, en Leningrado, a los 23 años “se une al Comité de Seguridad del Estado (KGB). Forma parte del personal de la Primera Dirección General de Inteligencia Extranjera de la KGB y está asignado a seguir a los visitantes extranjeros”.

El último trabajo de Putín para la KGB fue en Dresden, Alemania Oriental, donde realizaba “tareas de contrainteligencia. Según se informa, supervisaba la lealtad de los diplomáticos soviéticos”.

Allí vio la caída del muro de Berlín (25 diciembre 1989) que llevó a la división de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Con esa carga emotiva –de frustración y resentimiento- en 1990 se convirtió en vicerrector (decano) de asuntos internacionales en la Universidad Estatal de Leningrado donde demostró que su espíritu de espía lo mantenía latente: “Según se informa, supervisa la lealtad de los estudiantes y sigue a los extranjeros”. Renunció a la KGB en 1991.

En la Universidad de Leningrado se relacionó con un político y se interesó por la política. Desde entonces dio grandes saltos. Se vinculó al gobierno de Boris Yeltsin que le dio cargos vinculados a la seguridad, hasta el 9 de agosto de 1999 cuando Yeltsin le nombró primer ministro. Tras la renuncia de Yeltsin, el 31 de diciembre de 1999, Putin se convirtió en presidente interino y el 26 de marzo de 2000 fue elegido presidente de Rusia.

Desde cuando Putin asumió el mando se propuso fortalecer a Rusia con un velado deseo de recuperar el territorio de la URSS y enfrentar a Occidente. Lo revela un intelectual de su confianza.

“Hoy en día, debemos estar preparados para todo, y la guerra no es el principal problema en este caso”. Esto dijo en 2016 Andrei Fursov, uno de los más famosos intelectuales rusos, historiador, publicista.

“Los últimos días muestran una situación que es muy similar, al menos en apariencia, a la de antes de una guerra. Las tropas son inspeccionadas y están en el más alto grado de disponibilidad para el combate. Al mismo tiempo, las agencias civiles están siendo inspeccionadas en relación a su capacidad para trabajar en condiciones de guerra. De hecho, se organizó una movilización civil en el ámbito de las actividades en condiciones de guerra. ¿Qué es lo siguiente? ¿Estamos realmente en una situación de pre-guerra?

(Fuente: ‘Andrei Fursov: Rusia está lista para repeler cualquier ataque de occidente’. 20.09.2016. www.geopolitica.ru)

ASESINATOS CON ARMAS Y VENENO

Dentro de este proceso de fortalecimiento de la nueva Rusia, obvio, hubo cambios dentro de su ‘inteligencia’. “La KGB fue sustituida por el ‘Servicio Federal de Seguridad’ (FSB, por su sigla en ruso) que se creó en 1995 y tiene la tarea de abordar las posibles amenazas contra el Estado”. (Fuente: Quién es Vladimir Putin, cuántos años ha sido presidente de Rusia y lo que tienes que saber de él. CNN 2 marzo 2022).

“Olga Kryshtanovskaya, una importante socióloga rusa, dice que ‘estamos siendo testigos de una restauración del poder de la KGB’ bajo el mando de Putin.

Durante su primer período como presidente, entre 2000 y 2004 alrededor de un tercio de los funcionarios del gobierno eran ‘siloviki’ o ‘agentes de seguridad”, sostiene.

“FSB. Estas tres letras son familiares no solo para los fanáticos de los thrillers de espionaje. Han llegado a simbolizar el control que tiene el presidente Vladimir Putin sobre el poder en Rusia.

La sigilosa agencia de seguridad rusa ha ganado notoriedad por sus operaciones  de inteligencia y contraterrorismo. (Fuente: ‘Qué es el FSB, la agencia de espías de élite de Rusia y por qué acumula tanto poder’. BBC Mundo. 7 febrero 2018).

Se cree que el FSB sería responsable de crímenes selectivos a tiros, con envenenamientos o aparentes ‘suicidios’, a ex espías, opositores políticos, periodistas, defensores de derechos humanos que han denunciado corrupción y atentados contra la vida. Varios de los asesinatos sucedieron a plena luz del día, en lugares públicos, como una advertencia. Y se sospecha que lo hicieron con conocimiento de Putin.

LA LISTA DE LA MUERTE

Lavanguardia.com, de España, expone una lista de víctimas de la siniestra seguridad rusa en su nota: ‘La saga de asesinatos de la era Putin’, publicada el 22 de enero 2016:

Vladímir Golovliov. Fue asesinado mientras paseaba a su perro en Moscú, en agosto del 2002. Era miembro del partido desparecido Rusia Liberal, fundado por el oligarca Borís Berezovski que enemistado con Putin se exilió en Londres donde 11 años después, aparentemente, se suicidó.

Valentín Tsvetkov. Gobernador de Magadán, en el Extremo Oriente ruso. Fue asesinado con un disparo en la muy transitada calle Novi Arbat, en octubre 2002. El organizador del asesinato, Martin Babakejián, que había pagado 100.000 dólares para cumplir su objetivo, se escondió en España hasta su detención en Marbella en el 2006. Dos años después, un tribunal de Moscú le sentenció a 19 años de cárcel.

Serguéi Yushenkov. También formaba parte del partido Rusia Liberal. Un pistolero le mató en abril 2003 al lado del edificio en el que vivía, en Moscú. Un año después, cuatro personas fueron condenadas a prisión.

Yuri Shchekochijin. Diputado y periodista del periódico opositor Nóvaya Gazeta. Había escrito sobre crimen organizado y corrupción. Murió en julio 2003, según sus compañeros, envenenado con talio. La investigación finalizó en el 2009, sin resultado.

Paul Klébnikov. Editor de la edición rusa de la revista Forbes. En julio 2004 fue abatido a las puertas de su oficina por varios pistoleros que le dispararon desde un coche. De nacionalidad estadounidense, fue el undécimo periodista muerto durante la era Putin, según el Comité para la Protección de los Periodistas. En el año 2006 los fiscales acusaron de organizar el asesinato a Jozh-Ajmed Nujáyev, uno de los líderes de la mafia chechena sobre quien Klébnikov había escrito. La investigación se reabrió en el 2009, pero hasta ahora no ha dado resultado.

Alexánder Litvinenko, exespía del FSB, crítico de Putin. Había acusado al FSB de dirigir un escuadrón ultrasecreto llamado URPO para asesinar enemigos. Se asiló en Londres, el gobierno de Rusia le consideró ‘traidor’ y el 2006 apareció envenenado con polonio radiactivo 210. La investigación oficial de Reino Unido concluyó que los asesinos probablemente tenían la aprobación de Putin y del entonces jefe del FSB, Nikolai Patrushev. Su asesinato puso al FSB en el centro de atención internacional. Apenas unas semanas antes de que Litvinenko muriera, Rusia había aprobado una ley que otorgaba al FSB autoridad para actuar contra “extremistas” y “terroristas” en el extranjero. (Fuentes: Putin "probablemente aprobó" el asesinato de Alexander Litvinenko, el exespía ruso envenenado con polonio en Londres

El crimen casi perfecto contra el exespía ruso Alexander Litvinenko en Londres. BBC).

Continúa la lista de ‘La Vanguardia’:

Andréi Kozlov. Era el subgobernador del Banco Central de Rusia. Fue tiroteado en septiembre del 2006. Dirigía el órgano regulador contra el lavado de dinero que revisaba las licencias bancarias. En el 2008 un antiguo banquero, Alexéi Frenkel, fue sentenciado a 19 años de cárcel por organizar el asesinato después de que su banco, VIP-Bank, perdiera la licencia.

Anna Politkóvskaya. Destacada periodista de investigación y crítica con la política de Putin. Los criminales que acabaron con su vida la siguieron hasta su casa del centro de Moscú. El pistolero le disparó justo en el ascensor el 7 de octubre del 2006, coincidiendo con el cumpleaños de Putin. Los acusados, Lom-Ali Gaitukáyev y Rustam Majmúdov, fueron condenados en junio del 2014 a cadena perpetua. No se sabe quién pagó el asesinato.

Natalia Estemírova. Defensora de los derechos humanos y periodista. El 15 de julio 2009 fue secuestrada en Grozni, capital de Chechenia y apareció ejecutada en una carretera. Los investigadores creen que el organizador fue un rebelde checheno posiblemente muerto un año después.

Boris Berezovsky. El oligarca fundador del partido desaparecido Rusia Liberal, enemistado con Putin, se exilió en Londres donde en 2013 apareció muerto por aparente suicidio. Él fue uno de los ‘objetivos’ (para matar) que le dieron al ex agente Litvinenko que fue envenenado en Londres en 2006.

Borís Nemtsov. Ex viceprimer ministro en la época de Borís Yeltsin, en el momento de su muerte, febrero del 2015, era la figura más destacada de la oposición liberal al Kremlin. Un sicario le disparó por la espalda cuando paseaba no lejos de la plaza Roja de Moscú. Se dijo que detuvieron a cuatro ciudadanos chechenos.

GOBIERNO RUSO FRACASÓ EN 2 ENVENENAMIENTOS

Sergei Skripal, coronel de inteligencia retirado, tiene una vida de novela. Fue condenado por el Kremlin a 13 años de prisión en 2006 por espiar para Reino Unido. Cuatro años después fue uno de los cuatro prisioneros liberados por Moscú a cambio de 10 espías rusos arrestados por el FBI, como parte de un intercambio. Skripal fue luego llevado a Reino Unido, donde le concedieron asilo el 2010.

Por 2016, la esposa del ex agente, su hermano mayor y su hijo habían muerto, algunos en circunstancias no aclaradas.

Sergei ya tenía 66 años y su hija Yulia, de 33 años, que residía en Moscú le visitaba regularmente en Reino Unido. En marzo 2018 los dos estaban sentados en un banco de un centro comercial de la ciudad británica Salisbury cuando cayeron enfermos. Con señas pidieron auxilio a una señora y policías los llevaron a un hospital donde detectaron envenenamiento con el letalmente tóxico agente químico Novichok del cual Reino Unido acusó al gobierno de Rusia.

Los británicos acusaron de autores del hecho a tres hombres que habían ingresado con pasaportes rusos y supuestamente nombres falsos, que nunca fueron detenidos. “El equipo investigador ha recabado evidencias que sugieren que Petrov, Boshirov y Fedotov han trabajado juntos previamente y en nombre del Estado ruso en operaciones llevadas a cabo fuera de Rusia”, indicó hoy el subcomisario Dean Haydon, coordinador nacional de la unidad antiterrorista del Reino Unido. (Información de la BBC de Londres).

Llegaron a Londres el 2 de marzo, pernoctaron esa noche en un hotel de la capital británica y al día siguiente viajaron a Salisbury, localidad del suroeste de Inglaterra donde residía Skripal… “Creemos que contaminaron la puerta de entrada” de la casa del ex espía ruso el 4 de marzo, precisó Basu. Según la investigación, los sospechosos abandonaron el Reino Unido ese mismo día… Serguei Skripal, Yulia Skripal y Nick Bailey, un policía que asistió a los atacados y resultó también contaminado, sobrevivieron, no así Dawn Sturgess, de 44 años que recibió de su pareja el frasco con Novichok que había encontrado en la calle y creyó era un frasco de perfume cualquiera, según informó el periódico The Sun. (Fuente: ‘La policía británica identificó a dos rusos como sospechosos de envenenar al ex espía Serguéi Skripal con Novichok’. Infobae).

Alexei Navalny, de 44 años, férreo crítico del Kremlin que denunció actos de corrupción en las élites, fue otro personaje que se salvó de un envenenamiento. Sucedió el 24 de agosto 2020 comenzó a sentirse mal durante un vuelo de Omsk a Moscú que tuvo que aterrizar de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk, donde fue inicialmente hospitalizado.

Imágenes de video mostraban a Navalny retorciéndose de dolor agónicamente.

La portavoz del líder opositor, Kira Yarmysh, señaló como causa un posible envenenamiento un té que, dijo, “fue la única cosa que tomó desde la mañana” antes del vuelo.

El equipo médico que trató a Alexei Navalny en Alemania dijo que cuentan  con indicios de que el líder opositor ruso sufrió un envenenamiento.

“Pruebas clínicas sugieren una intoxicación por una sustancia que pertenece al grupo de los inhibidores de la colinesterasa”, señala un comunicado de este lunes del hospital Charité, en Berlín. (Información de la BBC de Londres.)

Recuperado Navalny retornó a su país donde de inmediato fue encarcelado. Ya lleva un año dos meses tras las rejas sin saber qué más le hará el gobierno de Putin.

¿PUTIN ENFERMO DE PARKINSON?

Estos hechos se acoplan a la frase ‘A paso de pistolero’ que surgió cuando se rumoreó que Vladimir Putin tenía Parkinson.

En diciembre 2019 empezó a aparecer el virus chino, llamado después coronavirus, que puso de cabeza al mundo y fue una humillación para Rusia que mostró al mundo su incapacidad médico-científica para crear una vacuna creíble.

El 4 de noviembre 2020 estábamos en cuarentena cuando surgió el rumor de que Putin estaba enfermo de Parkinson.

“El futuro Vladimir Putin, presidente de Rusia, de 68 años, fue objeto de una creciente especulación en Rusia después de que el destacado académico y crítico del Kremlin, el profesor Valery Solovei, sugiriera que el líder sufría de Parkinson y que su familia lo habría instado a retirarse en el año próximo (2021) para preservar su salud por sobre los intereses políticos.

El diario The Sun, uno de los más populares del Reino Unido, publicó esta información, pero el portavoz y subjefe de gabinete, Dmitry Peskov, insistió en que Putin se encontraba en “excelente salud” y desestimó las afirmaciones del Parkinson como “una completa tontería”.

(Fuente: ‘En Inglaterra aseguran que Vladimir Putin tiene Parkinson y que evalúa dejar el poder en Rusia’. Infobae. 6 de Noviembre de 2020.)

Se habló de esta posibilidad por la forma de caminar de Vladimir Putin, “balanceando su brazo izquierdo, pero manteniendo su brazo derecho rígido”.

Entonces, un grupo de neurólogos europeos –un holandés, un italiano y dos portugueses- que habían publicado hace años un estudio sobre desórdenes del movimiento en la revista British Medical Journal, habló sobre el caminar de Putin. “Para expertos en desórdenes del movimiento, como nosotros, el primer diagnóstico que se nos viene a la cabeza es la enfermedad de Parkinson, que se caracteriza por un movimiento asimétrico de los brazos”.

Se pusieron a observar los movimientos de Putin y de otros oficiales de inteligencia y “dieron con un antiguo manual de entrenamiento de la KGB (sigla que en español significa: 'Comité para la Seguridad del Estado’, más conocido como ‘agencia de inteligencia y de la policía secreta de la Unión Soviética’). Este instruía a los cadetes a mantener el arma en su mano derecha cerca del pecho y a avanzar con solo un lado… La conclusión del estudio fue que la rigidez de ese brazo puede deberse a una ‘adaptación en el comportamiento’, causada por entrenamiento en el uso de armas, y que esto deber ser incluido en las posibilidades de diagnóstico de esta anomalía.”

Los autores de la investigación bautizaron este estilo de caminar de Putin como ‘paso de pistolero’. (Fuente: ‘Esta es la razón por la que Putin camina tan raro sin mover el brazo derecho’. Larazon.es  24 enero 2022)

Hasta ese momento, estos neurólogos descartaron el Parkinson, una enfermedad que a veces altera la mente como lo vamos a ver a continuación:

“El Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a la capacidad de movimiento de las personas y que deriva en los conocidos ‘temblores’, cursa también en muchas ocasiones con alguna clase de trastorno psicológico.

Los síntomas psicológicos más frecuentes en el paciente con Parkinson son:

Depresión: hasta un 40% de los afectados por parkinson presenta desde una baja energía psicofísica, hasta la apatía, desesperanza, pesimismo, miedo a morir.

Trastorno de ansiedad: alrededor de un 15% de los pacientes.

Insomnio: hasta el 70% de enfermos.

Demencia: un 10% la desarrolla, especialmente los pacientes de más edad. Puede afectar a la memoria, la manera en cómo la persona forma su opinión de los demás, el razonamiento y otras habilidades mentales. (Fuente: ‘La salud mental, clave para la calidad de vida en la Enfermedad de Parkinson’)

https://conoceelparkinson.org/sintomas/salud-mental-parkinson/)

Si su situación de agente secreto de la KGB desde joven (entrenado para espiar y si es necesario, matar), más el haber visto la caída del Muro de Berlín, haber vivido las frustraciones y encierro por la pandemia y el supuesto Parkinson, desequilibraron la mente de Putin, los psiquiatras lo dirán.

 RECUADRO

ANNA POLITKOVSKAYA: LA PERIODISTA QUE ENFRENTÓ A PUTIN

Era 7 de octubre 2006, cumpleaños 54 de Vladimir Putin. Anna Politkovskaya, “la mujer de cabello casi blanco estaciona el Lada plateado en la calle Lesnaya, a pocos metros de la puerta de su edificio. El primero en bajar del auto es Van Gogh, un bloodhound de eternos ojos tristes que salta del asiento trasero y la celebra cuando ella desciende abrazada a dos bolsas con alimentos que acaba de comprar en el shopping Ramstore de la calle Frunzenskaya, ligeramente apurada para que no se interrumpa la cadena de frío de los congelados. Se lamenta por no haber conseguido la bañera plástica que buscaba para la beba de su hija Vera, que nacerá en un par de meses, y así se lo dijo a la futura madre hace unos momentos por celular. Fue cuando aprovechó también para llamar a Ilya, su hijo, para avisarle que ya estaba llegando a casa.

Antes de entrar, flojo el ceño que la envejece de más a los 48, saluda por encima de sus anteojos a las dos mujeronas empleadas de la farmacia que están apoyadas sobre un mostrador vacío, aburridas de sí mismas en la tarde gris del sábado.

Niebla y llovizna sucia en Moscú, poca gente, veredas quietas y húmedas. No hace frío pero el verano ya es recuerdo. La mujer alta, delgada y vestida de negro sube acompañada por su perro hasta su departamento en el séptimo piso con la idea de bajar enseguida a buscar el resto de las compras que dejó en el auto; tiene la tarde por delante para terminar el artículo que domina su cabeza en las últimas semanas: una nueva denuncia de torturas y confesiones arrancadas a los golpes en el Cáucaso. Investigadora tenaz y opositora firme al gobierno ruso, la periodista Anna Politkovskaya no volverá a salir a la calle.

Cruje el silencio cuando alguien abre la puerta del ascensor. Es Nina, una vecina adolescente, quien encuentra el cadáver ensangrentado. Diseminadas a su alrededor, las vainas servidas de las cuatro balas que su ejecutor plantó en el pecho y la cabeza de la periodista. A los pies de la muerta está la Makarov 9 mm con silenciador, usual posdata de un crimen por encargo, al menos en Moscú”.

Politkovskaya, quien trabajaba para el periódico Novaya Gazeta, era conocida por exponer en sus artículos los abusos a los derechos humanos de las tropas rusas en Chechenia.

(Historia completa en: ‘A 15 años del crimen, la pregunta sigue sin respuesta: ¿Putin mandó a matar a la periodista Anna Politkovskaya?’ 7 octubre 2021.)

 


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