domingo, 7 de abril de 2024

2 VECES EMBAJADA DE ECUADOR EN LA HABANA FUE ATACADA A BALA PROVOCANDO MUERTOS.

PRIMERA: “El 11 de diciembre de 1961, la sede diplomática de Ecuador en La Habana fue invadida violentamente por refugiados. En ese grupo se incluía a personajes como el aviador Hugo Heredia, piloto personal de Fidel Castro, quien abandonó su puesto con varios miembros de la Policía integrantes de la escolta del líder cubano. También se mencionaba a Javier Soto, acusado de tramar un atentado en contra de Castro. Otros eran estudiantes, como los hermanos Francisco y José Ondarza Cabrera, Francisco Added y Martín Morúa Delgado.

La incursión de ese 11 de diciembre de 1961 habría pasado desapercibida si no hubiese sido por el matiz de violencia que tuvo. La primera información del Canciller Francisco Acosta Yépez, militante del Partido Social Cristiano, colaborador del gobierno de Arosemena Monroy, indicaba:

     “El día 11 del presente mes, a las 6h50 minutos de la mañana, un camión ocupado por ocho personas, que buscaban asilo, penetró al inmueble de las oficinas de la Embajada del Ecuador en la ciudad de La Habana, pasando sobre una verja de malla de alambre.

     Uno de los guardias del Gobierno Nacional de Cuba, colocado en la acera de en frente del edificio, disparó su ametralladora contra el camión cuando se encontraba dentro del predio que ocupa la Embajada, resultando de ello tres muertos y cuatro heridos de los ocupantes del camión. Además, algunos proyectiles hicieron impacto en la fachada lateral del edificio y uno de ellos penetró por la ventana del segundo piso que corresponde a un dormitorio que ocupan en calidad de asiladas, algunas mujeres cubanas, con el natural riesgo de sus vidas”.

Según el grupo anticastrista Circuito Sur, durante el suceso murieron alcanzados por las balas de los milicianos, los refugiados Juan Espinosa Montesino, Alberto Hernández e Israel Leal.

Por considerar que los acontecimientos iban en contra de lo dispuesto en las convenciones sobre Derecho de Asilo y sobre Funcionarios Diplomáticos, cuyo Art. 14 consagra “la inviolabilidad de la residencia particular u oficial de una Misión Diplomática”, el gobierno de Ecuador protestó y exigió las satisfacciones debidas. Además, le requirió al gobierno de Cuba salvoconductos para todas las personas que se encontraban asiladas en la Embajada, diciéndole que debía hacerlo, “a más tardar, hasta el día lunes 18 del mes que decurre”. Además, exigió que “por respeto a los Derechos Humanos, los cuatro heridos que cayeron dentro del predio de la Embajada ecuatoriana, una vez que se recuperen en su salud en el Hospital en que se encuentran, sean entregados a la Embajada del Ecuador en su calidad de asilados, y se les conceda el salvoconducto respectivo tan pronto como les sea posible viajar.”

La nota del Canciller Acosta Yépez molestó a los isleños. Su Ministro de Relaciones Exteriores, Raúl Roa García, contestó dos días después:

    “Los guardianes actuaron en un acto de absoluta y legítima defensa de sus vidas y de la obligación a que estaban comprometidos…”

SEGUNDA: “El 13 de febrero de 1981 miembros de la familia Delgado entraron en los terrenos de la Embajada de Ecuador…

Las agencias internacionales de noticias informaron:

     “El comando armado, de veintinueve cubanos, irrumpió en la Embajada de Ecuador para reclamar asilo político y amenazó con ejecutar al embajador y a tres diplomáticos ecuatorianos que tiene en su poder, si interviene la Policía. Ingresaron con ametralladoras, granadas de mano, pistolas, cuchillos. Algunos integrantes del grupo golpearon a un guardia de seguridad cubano con un caño y le arrebataron sus armas para entrar. Tomaron cautivos al embajador Jorge Pérez Concha, de setenta y dos años, y a los diplomáticos ecuatorianos Guillermo Bassante y Francisco Proaño, más la secretaria cubana Mercedes Vásquez”.

A criterio del ex Canciller Barrera Valverde:

     “Había la consigna de fastidiarle a Jaime (Roldós) porque reinició relaciones con Cuba. Ecuador estaba en pleno enfrentamiento con Perú, en Paquisha. La toma de la embajada fue un acto programado con el afán de enfrentar a Ecuador con Cuba”.

(Tomado del libro ‘Un ciclón llamado Fidel’, de Mariana Neira, páginas 46 y 144.)

 

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