viernes, 14 de febrero de 2014

ASESOR JURÍDICO DE CORREA, PUPILO Y ADMIRADOR DE FEBRES CORDERO


DOBLE FAZ

Doble faz, doble discurso: en el círculo íntimo del presidente Correa está un pupilo, subalterno y hasta ahora admirador de Febres Cordero, el líder socialcristiano a quien se atribuye la mayor violación de los derechos humanos en los últimos tiempos en Ecuador.

 Ayudamemoria

Fabricio está resentido por plata

El Comercio 2009/10/08

Hoja de vida Alexis Mera Abogado. Colaboró con León Febres Cordero, cuando fue alcalde de Guayaquil. El presidente Rafael Correa lo nombró Secretario Jurídico de la Presidencia. Desde la universidad fue muy cercano a los hermanos Correa. Incluso asegura que con Fabricio tenía una estrecha amistad.

¿Se ha convertido en un personaje incómodo para el presidente Rafael Correa?

Las principales críticas, en ese sentido, han venido de Fabricio Correa. Pero él se queja por plata, porque sus intereses económicos están afectados.

Fabricio Correa dice defender a su hermano, para que en el futuro no vaya a la cárcel por las cosas que usted le hace firmar...

¿Cuándo cambió de opinión?

¿Cuando se hizo público el escándalo de los contratos de las empresas vinculadas a Fabricio Correa? Hace dos años, Fabricio decía que yo era de su confianza, pero la plata le ha hecho cambiar.

Cuando usted habla de‘plata’, ¿se refiere a los casi 200 millones de esos contratos?

Nunca supimos cuántos contratos tenía. Se habla de unos USD 150 millones. ¿No le parece una cifra demasiado alta como para que el Régimen no la tenga clara? Fabricio contrató a espaldas del Gobierno. Ahora dice que Marún (Jorge, el ex ministro de Transporte y OO.PP, ndlr) daba contratos a dedo, insinúa corrupción. Pero cuando Marún le daba contratos él no decía nada.

¿Cuántos contratos dio Marún a Fabricio Correa?

Previo concurso, tres. Y uno que, cuando compró Cosurca, ya estaba vigente. Él dice que no hay evidencias legales que le prueben ser propietario de esas empresas. Pero sí ha reconocido ser el dueño en varias ocasiones. Hasta ha salido con el casco de Cosurca en su cabeza. Todo esto son principios de pruebas. Hay otras investigaciones que no las puedo decir porque ahora son reservadas. En el juicio las demostraremos.

¿Cuándo será el juicio?

Cuando citen al Ministerio de Transporte y al Gobierno... El Presidente desayuna en los mercados, conversa con la gente, trabaja todo el día. Es difícil tenerlo encerrado

¿Usted participará en la defensa del proceso?

No coordinaré nada. Simplemente, como se trata de un tema de interés para el Presidente, estaré informado.

Los indígenas y ex colaboradores como Luis Maldonado dicen que usted, los hermanos Alvarado, Ricardo Patiño aíslan a Correa...

‘Lucho’ Maldonado sabía cómo se maneja este Gobierno. Su actitud me parece ingrata y desleal. Correa desayuna en los mercados, conversa con la gente... Con ese estilo de gobierno es difícil tenerlo encerrado.

¿No es usted quien le redacta los decretos ejecutivos?

Fabricio Correa está resentido por plata. El problema de él es el billete. Si hipotéticamente a él se le restituyeran esos dineros, le aseguro que dirá que yo soy una maravilla y volveré a ser su amigo. Él confía en que ganará la demanda al Estado... Lo veo muy difícil. Hay demasiados indicios de que las empresas son suyas: testaferros, personas que nunca han trabajado y que hoy manejan las empresas.

¿A quiénes se refiere?

No quiero dar nombres. Esto se conocerá en el proceso legal. Fabricio Correa dice que cada semana va a denunciar un caso de corrupción del entorno del Presidente de la República. Pero que aporte pruebas. Lo que hizo la semana pasada en la Fiscalía fue una payasada. Dijo que el Secretario de la Administración es corrupto, porque diario Hoy sacó una nota. Que Mercedes Diminich también lo es porque tiene una denuncia en la Fiscalía... Esa no es la forma de denunciar la corrupción.

¿Y la carta de junio de 2008 donde habla de irregularidades en el Plan Relámpago del ex ministro Marún?

Fabricio denuncia a las personas que le caen mal. El Gobierno ha investigado varias de sus denuncias y muchas no han resultado verdaderas. Fabricio lanza lodo con ventilador.

Usted es el blanco de las críticas de Fabricio. ¿Por qué?

Porque su caso debía pasar por un análisis jurídico. Él pensó que yo iba a decir que todo estaba bien y no fue así. Fabricio es un tipo extraño, cuando se convence de algo nadie lo puede refutar. Él asegura que sus contratos con el Estado son legales y que el resto somos enemigos de él

. ¿Cuánto afectó al Gobierno este escándalo?

Para el presidente Correa y para mí lo más doloroso ha sido el plano personal. Fabricio es padrino de mi sobrina. Esta situación puede ser incomprendida por la población y hacer daño a la imagen del Gobierno.

¿El problema más grave que ha tenido el Gobierno?

Yo lo creo. Un refrán dice que de la calumnia algo queda...

¿No ha pensado usted en renunciar a su cargo?

Tengo la renuncia bajo el brazo, porque soy de libre remoción.

Hay acusaciones graves en su contra...

Fabricio me acusó de que ejercía la profesión cuando ya estaba en este cargo público y no lo pudo probar.

¿Sus presiones al Juez de El Oro por el caso Tahuín?

Es mentira. ¿Dónde están las pruebas ?

¿Su vinculación con el Partido Social Cristiano?

Yo saqué a la Base de Manta, redacté la solicitud de inmunidad de la Comisión de la Verdad que investiga al gobierno de Febres Cordero. ¿Qué actos de derecha me estoy endilgando?

Dalo Bucaram lo acusa de desestabilizar al Gobierno

Si dicen que soy del círculo íntimo del Presidente, cómo voy a estar tras un golpe de Estado...
http://www.elcomercio.com/noticias/Fabricio-resentido-plata_0_130786921.html  (Entrevista a Alexis Mera. 8 octubre 2009)

 

Alexis Mera: Febres Cordero y Correa se parecen en que son determinantes

 Rubén Darío Buitrón.
El Comercio. Lunes 24/01/2011

El Secretario Jurídico de la Presidencia niega que la propuesta de consulta contenga agendas ocultas. “No queremos controlar a la justicia ni censurar a los medios”.

¿Usted es de militancia marxista o socialcristiana?

Siempre me he considerado progresista, una persona de ruptura contra un sistema injusto.

Si es progresista, ¿qué hacía trabajando junto a León Febres Cordero, el caudillo de la ‘partidocracia’?

Primero, cuando Febres Cordero era presidente yo era menor de edad, así que no trabajé en ese Gobierno. Lo hice en su segunda administración municipal.
 
Igual, es poco claro que haya estado junto a un caudillo de derecha y ahora lo haga con un hombre que se dice de izquierda revolucionaria.

No hay manejo ideológico en una administración municipal. En Guayaquil era un clamor que llegara Febres Cordero después de tantas administraciones nefastas. No hay manejo ideológico en recoger la basura, limpiar las calles, construir buenos parques...

Desde el Municipio, cada jueves el alcalde Febres Cordero opinaba sobre los problemas del país. Sí había posiciones ideológicas...

Yo lo que hacía era revisar todo lo que firmaba como Alcalde, pero no era parte del proyecto político. Ustedes son bien informados y saben que León manejaba sus cuestiones políticas desde la casa.Entonces, ni socialcristiano ni marxista...

Cuando trabajé en el Municipio decían que era el izquierdista infiltrado. Hoy, en el gobierno de Correa, algunos me dicen que soy el derechista infiltrado.

¿Usted se considera “un ciudadano común”, como se autodefinen muchos altos funcionarios del Régimen?

Yo me defino como una persona de clase media. Mi padre tuvo una niñez muy pobre, pero pudo darnos una buena educación. En la abogacía me ha ido bien.¿Y como hombre fuerte del poder político se siente privilegiado, se siente superior?

No, de ninguna manera. Yo me siento un servidor de la ciudadanía, una persona que cada mañana se pregunta qué tanto bien puede hacer a la gente.

Y si no es privilegiado ni poderoso, ¿por qué anda en carros blindados?

Porque nuestro Gobierno afecta a muchos grupos de poder. Hemos tenido un 30 de septiembre, estamos legislando contra los juegos de azar...

¿Tiene miedo de un atentado o algo así?

Sí, claro que sí.¿Por qué, si cree que están haciendo el bien al país?

Porque estamos cambiando las estructuras del poder.

¿Y quién lo podría matar?

Ciertos sectores...

¿Qué sectores?

Estamos prohibiendo los casinos, donde hay mafias. Le hemos quitado a la Policía la administración interna, donde han existido casos de corrupción. Muchos casos de delincuencia son protagonizados por ex policías.

¿Y el Presidente tiene esos mismos temores?

Todos corremos los mismos riesgos, y el Presidente con mayor razón. Pero esos son los sacrificios que tenemos que hacer. La política exige mucho sacrificio.

¿En qué, por ejemplo?

Uno no tiene vida privada, expone a su familia y no existe ninguna privacidad. Es el costo de servir al país.

¿Se considera usted el hombre clave del Gobierno?

No. Solo soy el asesor jurídico.

Pero usted aparece en los momentos decisivos. Estuvo los últimos días en Montecristi, en la redacción final de la Constitución. Es uno de los protagonistas del proyecto de consulta...

Soy abogado y la cosa pública tiene que ver con temas jurídicos. Solo soy abogado del Presidente.

Las preguntas de la consulta son inducidas. Hay explicaciones previas, además que dejan la impresión de que se subestima al ciudadano, como si la gente no fuera capaz de discernir...

Hay una mentalidad de que nosotros somos totalitarios y eso no es cierto. Tenemos total apertura para las observaciones que pudiera hacer la Corte Constitucional o cualquier otro sector.

Pero habrá un período de dos años, al menos, donde ustedes van a controlar la Justicia, y eso es una contradicción porque la gente votó por ustedes porque creyó que serían diferentes...

No es así. Nosotros mismos hemos puesto en las leyes que las preguntas de la consulta deben ser revisadas por la Corte Constitucional, que es un organismo autónomo. La Corte puede decirnos que las preguntas son inductivas y pedirnos cambiarlas.

¿La magistrada Nina Pacari podría decir “esto es inductivo y por tanto no va”?

Para que vean que no todo es como algunos piensan. Efectivamente, insisto, si la Corte Constitucional piensa que las preguntas son inductivas puede cambiarlas.

¿Quieren controlar la Justicia al menos por un tiempo y también controlar a los medios de comunicación?

Primero hablemos de la Justicia y luego de los medios de comunicación. En los dos casos, son percepciones equivocadas. En el 2007 tuvimos una Asamblea Constituyente de plenos poderes, absolutos, con la cual hubiéramos podido hacer lo que nos diera la gana, pero no lo hicimos.

¿Cómo qué?

Podíamos haber cambiado todas las cortes, pero la decisión que tomamos talvez fue equivocada, aunque volveríamos a tomarla si se repitiera la historia. Nosotros no quisimos un sistema corrupto de justicia que se manejara desde la oficina de un economista. No quisimos nunca la justicia de Febres Cordero, con la cual, vuelvo a aclarar, no tuve nada que ver.

Sin embargo, sí existe una relación cercana entre ciertos fiscales y jueces y el Presidente. No existe división de poderes cuando el Mandatario emite una opinión y un juez o un fiscal inmediatamente toman decisiones en esa línea...

Puede haber jueces o fiscales que piensen que se ganan favores tomando esas decisiones, pero nosotros no tenemos nada que ver con esas decisiones.

Suena inocente eso...

A veces hay gente que por quedar bien comete errores. El Presidente llama a eso “voluntarismo incompetente”.

¿Por qué cambiar una Constitución que el propio Presidente dijo que era perfecta y que duraría 300 años?

Gobernar es rectificar. Yo no creo que el Presidente se equivocó al decir eso, pero tiene derecho a equivocarse porque no es un experto en temas judiciales.

Entonces, no debió decir que era “una Constitución perfecta”...

Al decirlo, el Presidente no mintió, estaba convencido de eso, pero el ejercicio del poder nos hace experimentar cosas que no saben los que están fuera del ejercicio del poder...

La Constitución vigente dice que hay que respetar a las minorías, pero no se respeta a las minorías cuando la consulta plantea cuestiones contra la fiesta taurina o los juegos de azar...

Esos temas los discutimos muchísimo dentro del Gobierno y lo revisamos con mucho cuidado. En los toros, lo cuestionable es que termina convirtiéndose en una diversión matar a un animal, y ahí hay un tema fundamental que es un atentado contra los derechos de la naturaleza.

Y lo de los juegos de azar suena fundamentalista...

Estamos tratando de combatir la ludopatía, que es una grave enfermedad social, es una adicción.

En general, la filosofía de la consulta que ustedes proponen es mayor control de los poderes, mayor poder al Presidente de la República, mayor control a las libertades...

Yo siento que hay desconfianza de ustedes hacia el Gobierno. Piensan que tenemos una agenda oculta, pero no es cierto. En Europa, por ejemplo, todos los parlamentos escogen a los funcionarios. Y eso a nadie se le ocurre calificar de fascismo o de totalitarismo. En todos los países civilizados hay controles, veedurías, observatorios. ¿Por qué no aquí?

Porque en el caso de los medios de comunicación, por ejemplo, es evidente que el Gobierno los considera enemigos. Y en esa medida, cualquier cambio que se proponga es para combatir a ese supuesto enemigo...

En todos los países del mundo hay controles, normas y regulaciones a los medios de comunicación. Incluso los hay en Estados Unidos. Lo que pasa, en el fondo, es que los medios han estado acostumbrados a mucho adulo del poder político en los últimos 40 años.

Pero aunque hubiera sido así, eso no da derecho a que estigmatice a todos los periodistas, a decir que toda la prensa es corrupta o mafiosa. ¿Por eso es que quieren controlar la comunicación?

No tenemos ningún prejuicio contra la prensa ni queremos llegar a controlarla.

¿Qué se pretende al plantear el Consejo de Regulación, entonces?

En este país no hay control a los medios escritos y sí debe haberlo, como en todos los países del mundo. ¿Cuál es el problema?

¿Control o regulación?

Regulación. Si ustedes revisan las leyes británicas, por ejemplo, verán que son durísimas en los temas de responsabilidad ulterior. Son terribles.

Pero allá hay normas para la prensa privada y para la prensa pública, al contrario de acá. Ustedes no tocan a la prensa oficialista...

Habrá que tocarla.

¿Cuándo, cómo?

En la Ley de Comunicación.

¿Usted cree en la libertad de expresión y de prensa?

Les digo con las mismas palabras del vicepresidente de la República, Lenín Moreno: “Yo prefiero una prensa opositora a una que no diga nada”.

¿Pretenden controlar los contenidos de los medios?

No, pretendemos hacer lo que se hace en todos los países del mundo: regular la responsabilidad ulterior.

¿La intención de fondo, con el Consejo, es censurarnos?

No, para nada. Censura previa es decir usted no puede hacer esto o no puede hacer esto otro. De eso no estamos hablando. De lo que estamos hablando es de que no se pongan mujeres desnudas o escenas sangrientas en las portadas de los periódicos.

¿La consulta pretende distraer al país del tema más importante que es la inseguridad ciudadana?

Al contrario, es una de las principales razones para hacer la consulta presidencial.

¿O es para hacernos olvidar que aún no pueden resolver el problema de la atención a la salud pública?

Es un tema muy difícil. El Presidente sufre y pierde el sueño por este tema. Estamos sumamente preocupados.

Usted ha trabajado con León Febres Cordero y con Rafael Correa. Conociéndolos tan de cerca, ¿en qué aspectos se parecen ambos líderes?

Son personas decididas, toman decisiones inmediatamente, son determinantes. Correa es un fósforo que se prende y apaga. Igual era Febres Cordero. En psicología eso se llama carácter colérico.


 

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