martes, 23 de diciembre de 2014

JESÚS VS NOEL, CLAUS Y NICOLÁS



Ayudamemoria
El mundo católico recuerda cada 24 de diciembre el nacimiento de Jesús. Él era la estrella principal de la fiesta hasta cuando por acción de los publicistas que inventan hasta dioses, aparecieron sus competidores Noél, Claus y Nicolás que tienen muy confundidos, especialmente a los niños sin formación religiosa. Ya no saben quién mismo es el homenajeado ni quién les da los regalos. No lo decimos nosotros los adultos, lo dicen los niños. Justo cuando escribía esta nota, Cedatos revelaba que en una encuesta realizada a niños ecuatorianos, el Niño Jesús ocupaba el tercer lugar en popularidad, después de Papá Noel y Santa Claus. Estos personajes están más ligados a lo material, a los regalos que, suponemos, hacen muy felices a los niños, pero no es tan así. En la encuesta mencionada les preguntaron a los niños que les gustaría en esta Navidad, si tener más juguetes o pasar con sus padres. Casi un 80% dijeron que preferirían pasar con sus padres. Quiere decir que San Nicolás, Santa Claus y Papá Noél no precisamente son garantía de felicidad, no tocan el corazón de los niños, sin embargo, vale conocer de dónde salieron estos personajes.

Nicolás de Bari
En el año 280 nació en Turquía, Nicolás, conocido en oriente como San Nicolás de Mira, por la ciudad donde ejerció el sacerdocio, y en occidente como San Nicolás de Bari, porque luego de la invasión de los musulmanes, sus reliquias fueron llevadas a Bari, Italia, donde, por sus milagros, se hizo popular en Europa.
Se le vincula con los niños porque un criminal acuchilló a varios niños, el santo rezó por ellos y obtuvo su curación. Además, se dice que un empobrecido hombre, padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria y parecían condenadas a ser "solteronas". Enterado el sacerdote Nicolás les entregó a cada una de ellas una bolsa llena de monedas de oro. Lo hacía ingresando por una ventana y poniendo sigilosamente la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas que colgaban sobre la chimenea para secarlos. Con ese oro el padre logró casar a sus hijas muy bien.

El otro Nicolás
El mito de Nicolás de Bari se vio entremezclado con el de Joulutarina o Joulupukki, que nació en Laponia, al norte de Finlandia. Según este mito, un niño llamado también Nikolas (pero con K en vez de C) se ve al igual que su homónimo turco, sacudido por la tragedia. Siendo niño perdió a su familia un día de Navidad. Quedó al cuidado del pueblo y tallaba juguetes de madera para repartirlos entre las familias que lo criaron. De adulto lo hizo en los pueblos cercanos. Esta costumbre se extendió.

Papá Noel
Papá Noel procede de Finlandia como San Nicolás y llegó hasta nosotros como "Papa Nöel". Nöel significa “Navidad” en francés. Se vincula con los juguetes porque en la antigüedad, en Roma, se realizaban fiestas – a mediados de diciembre- en honor a Saturno (Cronos para los griegos). Al final los niños recibían obsequios de los mayores.

Santa Claus
Alrededor del año 1624, cuando los inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva Amsterdam, hoy llamada Nueva York, llevaron sus costumbres y mitos, entre estos, el de Sinterklaas, su patrono (cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre).
En 1809 el escritor Washington Irving, escribió una sátira, ‘Historia de Nueva York’, en la que deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la burda pronunciación angloparlante Santa Claus. Basándose en este personaje, en 1823 el poeta Clement Clarke Moore, le dio cuerpo a Santa Claus. Era enano y delgado, como un duende, pero regalaba juguetes a los niños en víspera de Navidad y se transportaba en un trineo tirado por nueve renos. En 1863 el dibujante alemán Thomas Nast diseñó para sus tiras navideñas en Harper’s Weekly un gordo, barbudo, bonachón.
Pasado el siglo XIX el Santa Claus estadounidense pasó a Inglaterra y de allí a Francia, donde se fundió con Bonhomme Noël. Se inmortalizó en 1902 por el libro infantil ‘The Life and Adventures of Santa Claus’ de L. Frank Baum’s. Y lo remodeló la Coca Cola, en 1931, a través del pintor Habdon Sundblom que hizo un Santa Claus/Papá Noel más humano y creíble.

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