jueves, 16 de marzo de 2023

LA DIMENSIÓN DEL CRIMEN EXACERBA EL MIEDO Y OBLIGA A LA AUTODEFENSA

Los ciudadanos se sienten indefensos y algunos han optado por embestir con sus vehículos a los delincuentes, dispararles, lincharles. Los barrios se organizan para autoprotegerse, situación que es aprovechada por los ‘políticos de los levantamientos’ que estarían activando a sus ‘guardias’.

Esta situación se refleja en las siguientes acciones:

En las redes rueda un video con la bandera nacional que dice: “Ecuador mira lo que tenemos que hacer, no sacar tu teléfono y filmar”. A continuación se ven imágenes de delincuentes, casi todos en moto y en pareja, intentando asaltar en calles, que parecen de Quito, sin imaginar lo que les sucederá.

Primera escena: los pillos se acercan a asaltar a caminantes y de la nada aparece un carro que los arrolla y salva a la víctima.

Segunda escena: otros delincuentes se acercan a varios vehículos para asaltar a los pasajeros, de repente aparecen otros automotores que los arrollan.

Tercera escena: uno de los conductores, apenas el pillo acerca su cabeza a la ventanilla, le dispara y este cae, aparentemente muerto.

Las escenas son duras y los comentarios a favor y en contra no se hicieron esperar:

Comentario No. 1: “Esta campaña está peor que la de Bukele”.

Comentario No. 2: “Horrible!!! Mataos los unos a los otros!!!”

Comentario No. 1: “A eso vamos a llegar porque hay mucho ladrón y sicario, y el Estado no puede proteger a cada uno de los 18 millones de ecuatorianos. Son 50 mil policías, uno para cada habitante, no alcanza.”

Comentario  No. 3: “Qué cosa tan desagradable!!! Mucha violencia social y política!!!”

Comentario No. 1: “Los correas convirtieron al narcotráfico, sicariato, robo, en política de Estado, ahora es difícil controlar con el personal de seguridad y leyes que tenemos.

SALE A FLOTE EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA

Si bien hay personas que rechazan las embestidas con los vehículos a los delincuentes, hay otros que aplauden porque han visto en sus barrios asaltos a mano armada en la calle, en locales comerciales. En los últimos tiempos, en Quito se han sumado los secuestros.

Los ecuatorianos están ‘psicoseados’. En toda persona que se baja de una moto y se les acerca ven a un delincuente en potencia que no solo pretende robarle; también le imagina secuestrador, sicario a punto de dispararle y matarle.

 Frente a esta espantosa realidad, al uso de los vehículos para arrollar a los delincuentes y a los disparos ven  como un acto de autodefensa espontáneo activado por el instinto de supervivencia y la solidaridad humana, no como un deseo premeditado para atropellar y matar delincuentes.

AUTODEFENSAS COLECTIVAS Y EL RIESGO DE LA POLITIZACIÓN

Pero el delito ya no está solo en la calle, ahora entra a las viviendas. Los delincuentes audaces matan a los guardias del inmueble para robar o asesinar al  ‘objetivo’ con sus familiares, niños incluidos.

Esto ha dado lugar al aparecimiento de autodefensas colectivas. Urbanizaciones privadas, barrios urbanos y comunidades rurales están organizándose para protegerse de los delincuentes.

(Detalles en estas notas: 1. ‘Los vecinos de esta comunidad están organizados contra el crimen: en el barrio El Rosario de Quito, moradores instalan avisos y cámaras para combatir robos a viviendas.  El universo 5 nov 2022.) 2. ‘Las guardias indígenas se comprometen a fortalecer su estructura’. La Hora. 16 septiembre 2022.) 3. ‘Conaie llama a sus comunidades a activar sus guardias comunitarias frente a hechos de violencia; el gobierno le responde. El Universo. 2 noviembre 2022.)

Pero la organización colectiva de autodefensa para defenderse de la delincuencia, está tomando un matiz político peligroso. Según El Universo, “El movimiento indígena cuestionó a la Policía y Fuerzas Armadas, que persiguen a los “luchadores sociales”, pero no puede “contener” a las “mafias”. Para autodefenderse, dicen ellos, están preparando a sus ‘guardias’ que los defenderán, entendemos que, usando los recursos de guerra que han exhibido en los últimos levantamientos: escopetas, lanzas, palos, piedras, etc.

Como anécdota vale contar que hace poco, cuando se anunció otro levantamiento de los indígenas, algunos quiteños atemorizados por otra invasión a Quito para atacar a sus ciudadanos, carros, bienes públicos, alguien hizo una invitación digital a ‘armarse’ con palos para repeler a los ‘invasores’. (Defensa es defensa, aunque sea con las uñas).

AUTODEFENSA POR LINCHAMIENTO, ¿DELITO?

A los ecuatorianos que han logrado organizarse en sus comunidades para autodefenderse de los delincuentes, no les hemos visto con armas de fuego modernas, pero están aplicando otra arma, a veces mortal: el ‘linchamiento’. Un barrio, una comunidad que descubre a un delincuente intentando robar, asaltar, lo agarran, desnudan, amarran, latiguean, apalean, a veces, hasta matarlo, o le prenden fuego y lo convierten en pira.

Pero los vecinos que optan por esta ‘justicia por mano propia’ pueden ir a la cárcel. Lo dice esta nota: “Los linchamientos que se han registrado en los últimos días preocupan a expertos del derecho, quienes advierten que los ciudadanos que toman la justicia en sus manos pueden perder su libertad”. (Artículo: “Ciudadanos arriesgan su libertad al hacer justicia por mano propia”. La Hora. Noviembre 8, 2022).

Clarito está. Según nuestra legislación, la autodefensa es un delito, tan delito como los que cometen los delincuentes. Es decir, por defender sus bienes, su vida, los buenos pueden ir a la cárcel junto con los malos y ahí sí, ¡sálvese quien pueda!

¿CAMINAMOS HACIA ‘AUTODEFENSAS’ COMO EN COLOMBIA?

Pese a los riesgos, la ciudadanía desafía a las leyes porque las leyes que existen no le protegen debidamente debido a que están fuera de la realidad, no coinciden con estos tiempos de descontrol humano y alta violencia.

Igual pasa con la policía, se quedó en el tiempo. Las ciudades crecieron y el personal que posee es insuficiente, igual las armas, los equipos. La tecnología usada para el control y vigilancia no llega a los barrios que están fuera de las zonas comerciales y bancarias. No se nota una ‘inteligencia’ que funcione adecuadamente, con anticipación, no mucho después de que se ha cometido el robo o el crimen.

Y qué decir de la justicia. Está enredada entre la falta de personal que posiblemente incide en la lentitud de sus decisiones, pero en los últimos días se ha notado que dentro de las dependencias policiales, fiscales y judiciales, hay una pugna con sabotajes que impiden, por ejemplo, que los ‘partes’ lleguen a tiempo a la oficina que corresponde. Se suma la alta corrupción sustentada en coimas por trámites, que ya es muy notoria. De acuerdo al billete que ponen en manos de los jueces, especialmente, es la sentencia.

El miedo y la poca eficacia de las instituciones que protegen la vida de los ciudadanos, está empujándoles a la autodefensa clandestina, con armas compradas clandestinamente y al uso de mecanismos de defensa caseros.

Así comenzaron muchos colombianos para autoprotegerse de la guerrilla que secuestraba, cobraba vacunas, asesinaba. En 1997 se presentaron oficialmente como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Con el paso de los años, esta organización y la guerrilla se enfrentaban entre sí y con los militares. Era casi una guerra civil. Pero en el 2006 las AUC aceptaron desmovilizarse. La guerrilla FARC fundada en 1964, se acogió al proceso de paz el año 2016. En los dos casos, los desmovilizados pasaron a ser ‘disidentes’. O sea, no hubo más que una oxigenación. Los guerrilleros tomaron aire, ganaron territorio y se armaron mejor. Y por ahí andan algunos, ya viejos, metidos en la política y/o vinculados a la narcoguerrilla que ahora ‘factura’ más que antes, pero con nombres diferentes. Es lo único que cambió.

Para Ecuador este es un gran problema. Los colombianos armados en la frontera distraen a los militares ecuatorianos que podrían estar vigilando las narcociudades que se han formado en nuestro país, lamentablemente.

Mn. 15-03-2023

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