lunes, 19 de agosto de 2013

YASUNÍ: “CAMBIEN SU DONACIÓN EN CENTAVITOS Y PÓNGANSE EN LAS OREJAS”

El proyecto Yasuní-ITT era una iniciativa ecológica interesante lanzada por el gobierno de Rafael Correa al mundo, con el propósito de mantener una reserva natural dejando el petróleo bajo tierra a cambio de aportes internacionales, especialmente de los países que más consumen el hidrocarburo. Una explicación la dio el articulista Nicanor Merchán L., en el diario El Mercurio de Cuenca: “La Constitución (aprobada por el gobierno de Correa) dedica con especial énfasis un capítulo a la biodiversidad, donde se señala que el Estado ejercerá la soberanía sobre la biodiversidad, se señala el interés público de conservarla, en especial la biodiversidad agrícola y silvestre y el patrimonio genético del país. De acuerdo al artículo 397, cualquier persona natural y jurídica puede ejercer acciones legales con el propósito de obtener la tutela efectiva en materia ambiental ante quien amenace causar daño ambiental… artículo 398: ‘Toda decisión o autorización estatal que pueda afectar al ambiente deberá ser consultada a la comunidad, a la cual se informará amplia y oportunamente. El sujeto consultante será el Estado’… La norma también asegura la intagibilidad de las áreas naturales protegidas, de tal forma que se garantice la protección de la biodiversidad y, en este caso, del ITT…”
El Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana, de 982.000 hectáreas, en 1989 fue declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Reserva Mundial de la Biosfera. Según los científicos, es una de las zonas de mayor biodiversidad en el planeta. Se han registrado 696 especies de aves, 2.274 de árboles y arbustos, 382 de peces, 169 de mamíferos, 150 de anfibios. Justamente allí existe un gran yacimiento hidrocarburífero que los gobernantes vienen intentando explotarlo en su totalidad. Incluso ya le dieron nombre al proyecto petrolero, se llama: Ishpingo, Tambococha Tiputini –ITT. En la periferia ya existen procesos de exploración de hidrocarburos.
Correa también parecía tentado por explotar el ITT, pero por lo anotado en la Constitución, más la actitud vigilante de los ambientalistas y el afán de mantener una imagen ‘verde’ ante el mundo (hasta la bandera de su partido es verde), desistió poniendo sobre la mesa el ‘Proyecto Yasuní-ITT’ que pretendía dejar sin explotar los 850 millones de barriles de crudo que se calcula están bajo el Parque Nacional Yasuní. La no explotación de ese volumen de petróleo evitaría la producción de 410 millones de toneladas del contaminante bióxido de carbono C02. A cambio, Ecuador pedía a la comunidad internacional una compensación económica.
*1 abril 2007. El primer paso lo dio el ministro de Energía y Minas, Alberto Acosta, quien se enfrentó a extractivistas como el presidente de Petroecuador Carlos Pareja que ya había firmado memorandos para la explotación con las estatales Petrobrás, ENAP de Chile, Sinopec de China, a los cuales se unió PDVSA de Venezuela. Eso creó tensión entre los dos funcionarios y un dilema a Correa.
El primero de abril e
l Ministerio de Energía y Minas lanzó un boletín de prensa que decía: "Dejar el crudo represado en tierra, a fin de no afectar un área de extraordinaria biodiversidad y no poner en riesgo la existencia de varios pueblos en aislamiento voluntario o pueblos no contactados. Esta medida será considerada siempre y cuando la comunidad internacional entregue al menos la mitad de los recursos que se generarían si se opta por la explotación del petróleo; recursos que requiere la economía ecuatoriana para su desarrollo."
*18 abril 2007. Correa dudaba, lo confirma esta declaración suya:

"Tengo un dilema de conciencia sobre la explotación de un campo con las mayores reservas de petróleo de mi país que se encuentra en el Parque Nacional Yasuní, un área amazónica de gran biodiversidad y donde existen dos pueblos no contactados. Por eso, vamos a presentar al mundo la propuesta de no explotar el campo de Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) si es que, a cambio, recibimos una retribución de la comunidad internacional por no recibir los US$ 700 millones anuales que representa la venta de petróleo. Ecuador prefiere que se le compense con recursos por no tocar el campo ITT" (Agencia Reuters, 19 de abril del 2007).
*24 de Mayo de 2007. Para acabar con las dudas Acosta insistió públicamente: “¡Cuidado con la explotación irresponsable de los recursos petroleros!” y ratificó su decisión de no explotar el campo petrolero ITT (Ishpingo, Tambococha, Tiputini), debido al alto costo ambiental que representaría. Por lo tanto, propuso un canje de la deuda externa con el Club de París y los demás acreedores, para que a cambio el Ecuador se comprometiera a proteger la Cuenca Amazónica.
*5 de junio del 2007. Estos primeros pasos del gobierno confirmaron lo que la Universidad Autónoma de Barcelona había dicho en un estudio sobre este tema y fue publicado por la revista Vistazo: “El presidente Correa se declaró exclusivo dueño de esa Iniciativa, pero en realidad nació de Acción Ecológica y la Red Oilwatel, que desde 1997 venía reclamando una moratoria en la extracción de petróleo en la amazonia, y otros territorios social y ambientalmente muy sensibles como el Delta del Níger. El presidente Correa tras algunas vacilaciones (pues él es un economista de izquierda que no ama el ecologismo) acogió la propuesta de Acosta en junio del 2007 y la expuso solemnemente en las Naciones Unidas en septiembre” de ese mismo año.
Así nació la llamada ‘Iniciativa Yasuní’ que para Correa fue un juego de imagen (otros dirían: afán de darse baño de popularidad): mostrarse al mundo con un pajarito en una mano y con una torre de perforación oculta en la otra porque en la mente del presidente siempre estuvo la explotación del Yasuní. Así lo captó el mundo inteligente que siempre dudó de Correa y  por eso no participó en su ‘iniciativa’. Lo confirman datos como éste publicado por el periodista Martín Pallares en su columna ‘Las mentiras del novio’ de El Comercio del 18 de agosto 2013: “…En un engaño así estaba involucrado el gobierno de Rafael Correa con su iniciativa Yasuní-ITT. Según el cable 113883 del Departamento de Estado que fue hecho público gracias a la filtración facilitada por Julián Assange, la entonces embajadora de los EE.UU. manifestaba en tono irónico que el mismo día en que el Gobierno ecuatoriano hacía público su proyecto de mantener el petróleo bajo tierra, técnicos de Petroecuador hacían trámite de visa para viajar a los EE.UU. a entrevistarse con empresarios de ese país interesados en explotar el ITT.
El anuncio del Gobierno fue hecho el 5 de junio del 2007 y el cable de la entonces embajadora Linda Jewel era del 29 de ese mismo mes”.
*10 diciembre 2007. La ‘iniciativa’ nació oficialmente el 10 de diciembre de 2007, cuando el Ministro de Energía de esa época, Galo Chiriboga dijo que, a menos que la comunidad internacional le proporcionara por lo menos $350 millones de dólares a Ecuador, por año, a junio de 2008, empezarían las operaciones para extraer crudo del campo conocido como Ishpingo-Tiputini-Tambococha (ITT) ubicado dentro del límite oriental del Parque. Este era el Plan A, la explotación era el Plan B.
A continuación el gobierno formó una Comisión Negociadora encabezada por el canciller Fander Falconí e integrada por el ex canciller Francisco Carrión, y los ecologistas de prestigio internacional: Roque Sevilla y Yolanda Kakabadse. Ellos debían promover el proyecto para captar las donaciones. Ya estaba recibiendo ofertas cuando en enero 2010 sonó el primer escándalo que aumentó las dudas: ¿Yasuní-ITT era una propuesta seria o una burla?
*9 de enero 2010. En la ciudad de Vinces, durante una de sus famosas ‘sabatinas’ (enlace radial y televisivo que la presidencia ordena realizar todos los sábados), atacó a sus amigos de antaño empeñados en la ‘iniciativa’, apelando hábilmente al patriotismo, a la soberanía. Dijo sentirse traicionado y engañado por "ecologistas infantiles" que dentro del proyecto Yasuní-ITT intentaban imponer condiciones "vergonzosas" para el país. Estas fueron algunas de sus frases:
“Yo he sido engañado… No he estado negociando con los donantes sino con Alberto Acosta y su argolla, con el ecologismo infantil y ciertas fundaciones ambientalistas”. (Acosta, considerado un gran defensor del medioambiente, fue su gran aliado, presidente de la Asamblea Constituyente, ministro de energía. Hoy Correa lo identifica como aliado a los grupos ambientalistas radicales.)
A los donantes les dijo: “¿Saben qué señores? Vayan a mandar a su casa, cambien su donación en centavitos y pónganse en las orejas, porque nosotros no vamos a recibir órdenes de nadie. Si es así quédense con su plata, con sus millones, y en junio empezamos a explotar el ITT. Aquí no vamos a claudicar nuestra soberanía”.
Que los miembros de la Comisión Negociadora renunciaran y Correa anunciara la aplicación del plan B (explotación) impactó al ecologismo mundial y dio la razón a quienes sospechaban que este proyecto no tendría un final feliz. Lo decían pruebas físicas observadas en el mismísimo Yasuní, como la revelada el 15 de enero 2010 por la columnista del diario El Comercio, Milagros Aguirre -residente en la Amazonia-: “Ahora está marcada (al menos así parece) la cancha. El proyecto de explotación (petrolera) del ITT se está cumpliendo a cabalidad: mientras unos visitaban no sé cuántos países (pidiendo donaciones) otros trabajaban en la ribera del Napo buscando por donde hacer pasar el tubo de Pañacocha a Edén para mezclar el crudo liviano con el pesado del ITT”.
Contribuía con detalles Esperanza Martínez, directora de Fundación Ecológica, en una carta enviada a Correa el 27 de enero 2010, reclamándole por sus ataques por haber sido asesora de Alberto Acosta. Ella escribió: “En el caso del ITT no es desconocido como Petrobras quiso negociar con Lucio Gutiérrez la explotación de este campo. Después fue el consorcio Sinopec-Enap-Pretrobrás con el que Pareja Yanuzelli firmó el acuerdo y más recientemente PDVSA, pues se está estableciendo un vínculo con la refinería del Pacífico… Me ratifico en que es preocupante lo que ocurre en la zona adyacente al ITT, las actividades en Chiroisla y Pañacocha, van a condicionar la propuesta no solo por los impactos que ya se vislumbran, dado que se trata de áreas protegidas -y por lo tanto son ilegítimas-, sino porque esta sería la puerta de entrada al ITT”.
*14 enero 2010. Ante la avalancha, Correa tuvo que recomponer su imagen asegurando: "Seguirá el proyecto Yasuní-ITT, pero sin sacrificar nuestra soberanía".
¿Qué le molestó a Correa? Lo dijo: “Cuando venían a informarme el equipo negociador de que vamos a hacer un fideicomiso, pero si la política del Gobierno es contraria a los fideicomisos, los donantes imponen esto, primero, no los llamen donantes, porque los donantes somos nosotros, estamos haciendo mayor sacrificio, los donantes piden fideicomiso, bueno aceptemos fideicomiso, después, manejados por el PNUD, pero si estamos en contra de la burocracia internacional, porque no lo maneja el CFN, no, que los donantes quieren que sea en PNUD, que los donantes dicen que es para tal y tal proyecto, quedamos en que eso es plata del pueblo ecuatoriano, que no íbamos a aceptar condiciones de ningún tipo”. Correa agregó que el momento de su renuncia, Falconí le aseguró que los donantes no piden nada. Entonces Correa sacó la siguiente conclusión: “Seguramente, los donantes ni siquiera se han enterado, no estábamos negociando con los donantes, sino con esta argolla del ecologismo infantil que nuevamente se nos metió por las tranqueras y utilizó a Fander Falconí y Fander Falconí no respondía al Presidente sino al ecologismo infantil y su argolla, y eso es inadmisible, hemos recibido una puñalada por la espalda”.
Acosta y los ‘ecologistas infantiles’ querían, a criterio de Correa, administrar el fideicomiso y condicionar al Estado la ejecución de los proyectos conservacionistas que supone la iniciativa Yasuní-ITT, así como los pagos que ejecute la fiducia. El presidente, en cambio, quería que el fideicomiso fuese manejado por el propio Ecuador y no por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El ‘ecologismo infantil’, a criterio de Correa, ya trató de inmiscuirse en el gobierno. La Asamblea Constituyente (que la presidía Acosta) hacía caso a los ecologistas como Mónica Chuji, a los sindicalistas de Petroecuador. El ‘ecologismo infantil’, primero, “se nos quiso apoderar de la Asamblea Constituyente, pese a que habíamos ganado las elecciones. La segunda: se nos metieron por las tranqueras en el ITT”.
Alberto Acosta respondió: “En la declaración de Correa, seguramente presionado por las empresas transnacionales, eso sí es un acto de pérdida de soberanía, eso sí una afectación a la soberanía, ha puesto en grave riesgo al ITT”.

Correa dijo: “Lo que no le puedo perdonar a Alberto, porque es una canallada, y Fander también la dijo, porque me conocen lo suficiente, es que obedecemos a presiones de las transnacionales, que me demuestren aquéllo. Qué pena que hayan caído en las mismas prácticas de la oposición y la prensa corrupta”.
*5 de marzo 2010. Este acontecimiento que aumentó las dudas sobre el futuro del Yasuní, dio lugar a que los ecologistas, organizaciones, pueblos y nacionalidades indígenas, autoridades seccionales, líderes y dirigentes regionales y nacionales se unieran para crear mecanismos de defensa del gran parque natural que se convirtió en causa universal. La campaña ‘Amazonía por la Vida’ instituyó en el 5 de marzo ‘El Día de la Defensa del Yasuní’. Se creó el grupo ‘Los guardianes del Yasuní’ para una vigilancia permanente y denuncia de los movimientos petroleros en la zona. Se organizaron eventos culturales para motivar a los ‘ecologistas infantiles’ (niños) para la defensa del Yasuní.  La Compañía Nacional de Danza del Ecuador creó la obra ‘Del Humo y del Espejo’, inspirada en la iniciativa Yasuní-ITT, para desarrollar la conciencia ciudadana sobre el cuidado del ecosistema.
*19 de junio 2011. El entusiamo se desinflaba con las acciones del gobierno de Correa, como su decisión de convocar a licitación el yacimiento petrolero denominado “Campo Armadillo”, considerado un “campo marginal”, es decir, su producción petrolera –por ende, financiera- no es significativa, pero tiene un alto valor estratégico, según explicó Luis Ángel Saavedra, en Noticias Aliadas, el 16 de agosto 2011. “El Campo Armadillo, al estar cercano al Parque Yasuní, podría servir como infraestructura básica para la explotación del ITT y facilitaría la conexión de los oleoductos necesarios para el transporte de crudo”.
*21 julio 2011. El presidente Correa trataba de desvirtuar la opción de explotación de crudo en el campo ITT, incluso, manifestándose generoso. Alembert Vera, abogado del presidente de la república, dijo: “Todo lo que se recaude, la cantidad que determine el juez, si es que ganamos la segunda instancia (en el juicio contra el diario El Universo en el cual Correa reclamaba una indemnización de 40 millones de dólares), será  invertido para el Proyecto Yasuní ITT”.
*24 de julio 2012. ‘Amazonía por la vida’ denunció tras un monitoreo el incremento de la actividad petrolera en la zona. “Al conversar con la gente de Petroamazonas para que nos permitieran conocer el Puerto Itaya, nos dijeron que ‘es prohibido entrar porque es propiedad privada -según uno de los trabajadores que nos recibió- pero que por esta vez podemos pasar... En Itaya hay una fuerte actividad petrolera, se observa a más de 2 decenas de camiones petroleros en actividad y parqueados, así como gran cantidad de tubería de varios tamaños que seguramente se utiliza para extender la producción petrolera”.
“Nos indican pobladores de la zona que a ese puerto llegan los productos de Edén y Pañacocha, y que en un futuro la idea es entrar a Yasuní, por eso el próximo paso es cambiar la comunidad de Pañacocha como centro de actividad petrolera. Ya existe una carretera que llega hasta puerto Providencia, luego baja a Pañacocha y por ahí será una entrada buena para el Yasuní y llevar además el crudo del Edén”.
*10 de noviembre 2012. Para apaciguar las dudas, Ivonne Baki, la negociadora que escogió Correa para sustituir a la Comisión Negociadora que le “engañó”, ofrecía un almuerzo en un elegante restaurante de Quito para relatar sus viajes por el mundo con el fin de recaudar dinero para la iniciativa Yasuní-ITT. Diario Hoy lo narró: “Habla de su encuentro con el príncipe de Liechtenstein, de la visita al magnate David Murdoch en Carolina del Norte, de cómo Sarkozy le dio de largas pero Hollande ya mismo afloja, de Corea y Japón, de Alemania y Bélgica... Y, entre tantas palabras (tantos destinos, tantos hoteles), deja caer el dato como inadvertidamente: $200 millones (de una meta de $3 600 millones). "Comprometidos", no recibidos." $200 millones que irán entrando paulatinamente". En ellos se incluyen los canjes de deuda”.
*27 noviembre 2012. Para insistir en que el gobierno de Correa es ‘verde’, sus aliados organizaron el festival musical internacional ‘Todas la Voces todas’. Dijeron que el propósito fue generar recursos para aportar al proyecto Yasuní.
A propósito, el 6 de diciembre 2012 Milagros Aguirre escribió en su columna en el diario El Comercio: “Todo ahora se llama Yasuní, tiene la marca Yasuní y se vende como y para el Yasuní. Desde un champú con frasco biodegradable de cuyas ventas se destinarán a defenderlo, hasta Todas las Voces, que sin haber visto el mapa, han cantado con una taquilla que servirá para lo mismo y justo, el mismo día de la licitación petrolera del sur oriente, léase límite sur del Parque Yasuní, o sea, el Curaray”. Cuando habla de “licitación”, la periodista hace notar el doble discurso: mientras en la capital urbana, Quito, famosos cantantes iberoamericanos, muchos de ellos de tendencia socialista, cantaban al Yasuní, el gobierno licitaba varios yacimientos para la explotación petrolera alrededor del Yasuní.
*3 diciembre 2012. Estaba por terminar el 2012 que para los animales del Yasuní fue ¡pésimo! Los monos huían espantados por los helicópteros que entraban a un proyecto petrolífero cerca del Yasuní. "Hace dos años, cuando llegué, no se escuchaban. Desde hace cinco meses se oyen cuatro veces a la semana (a los helicópteros). Los monos corren asustados, algunos se abrazan", contó la investigadora Sara Álvarez al diario Hoy.
Las aeronaves sirven al bloque 31 (era de Petrobras y pasó a manos de Petroamazonas), de donde el Estado espera sacar 45 millones de barriles a partir de 2013. El bloque 31 está en la reserva Yasuní, a 100 km de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) cuyo petróleo se pretendía dejarlo bajo tierra.
*20 de diciembre 2012. El estrés de los monitos no fue obstáculo para que la oficina de Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur entregara al presidente Rafael Correa el premio "Liderazgo visionario y triangular 2012" por llevar adelante la iniciativa ambientalista Yasuní-ITT, que busca dejar bajo tierra un enorme yacimiento petrolero en la selva del Amazonas. Correa encargó a su vicepresidente, Lenin Moreno, recibiera el galardón.
*2 enero 2013. Los homenajes se enfriaban cuando expertos como el ex secretario de la Opep y ex ministro de Energía, René Ortiz, decían que por cambios y errores en la política petrolera, “el futuro es negativo… puede componerse entrando al plan del Yasuní-ITT… Estaba concebido desde hace más de seis años. Había interés de compañías grandes como Total, Estatoil, Exxon Mobil, Conoco, de Rusia y de China…” El ITT ayudará a “salir del problema que se viene en los próximos cuatro años. El precio del petróleo, si no se estanca en el mercado internacional, va a caer. Consecuentamente, la única manera de nivelar los ingresos es aumentando la producción, pero desarrollando el ITT”. (Entrevista de la periodista Teresa Herrera, diario Hoy).

*27 enero 2013. Por la aproximación de las actividades petroleras al ITT y las necesidades económicas de un gobierno empeñado en cumplir con una política populista-capitalista-consumista, ya eran bastantes los que creían que Correa terminaría explotando el petróleo del ITT. Por ejemplo, Yolanda Kakabadse. Ella, toda su vida dedicada a la defensa del medio ambiente y que fuera destituida por este gobierno de la Comisión Negociadora, dijo en una entrevista que le hizo Thalía Flores, del diario Hoy: el proyecto Yasuní “terminó siendo un castillo en el aire y que no tiene nada de concreto para defender en este momento”. Cuando la periodista le preguntó si había un doble discurso de Correa respondió: “Creo que no está convencido de los beneficios de guardar el Yasuní para el futuro... La señal que vemos es que se va a explotar. Inclusive, ya hay gente trabajando en el Yasuní en función de la explotación petrolera”.
*22 abril 2013. Las dudas se justificaban, porque después de que Correa mandara a los potenciales aportadores  a ponerse en las orejas los dólares que pensaban regalarnos, reclamaba por el incumplimiento de la recaudación para la Iniciativa Yasuní-ITT y anunciaba una revisión del proyecto que, para el buen entendedor significaba: fin del proyecto.
La negociadora Ivonne Baki que seguía dando la vuelta al mundo, salió al paso para asegurar que se estaban cumpliendo los plazos para recaudar los 3.600 millones de dólares que Correa condicionó para no explotar el ITT. Hasta ese momento había recaudado 336,7, menos del 10%, pero llamó a la calma: “Esta cantidad (3.600 millones) deberá ser recaudada en los próximos 12 años”. En la cifra recolectada incluía los fondos depositados en el fideicomiso del Programa de Desarrollo para las Naciones Unidas (Pnud), los aportes en cooperación financiera técnica, aportes de empresas particulares y empresas, aportes en negociación, aportes comprometidos y aportes en especies como publicidad y difusión de diversas empresas. “Estamos muy bien… La expectativa del presidente y de todos nosotros es que los países desarrollados tienen que ser los países que nos aporten más. Son los países que más contaminan… Esa es la decepción (del presidente Correa).”
*15 agosto 2013. Como los ‘ecologistas infantiles’ lo preveían: el Plan A solo fue un juego, el verdadero era el Plan B: la explotación de petróleo en el Yasuní. El inicio de este proceso lo anuncio el presidente Correa luego de ascender al nevado los Illinizas, a 5.126 metros de altura (12 de agosto 2013). Allí se mostró un amante de la naturaleza. “Nada es imposible si nos lo proponemos”, habría dicho el mandatario en la cumbre, según los medios y publicistas estatales que se esmeraban por convencer a la gente que “Rafael Correa se convirtió en el primer Jefe de Estado de la región –y quizá del mundo- en haber coronado una montaña de más de 5 mil metros” (http://www.elciudadano.gob.ec/index.php?option=com_content&view=article&id=44585:rafael-correa-flameo-la-bandera-patria-a-5126-metros-de-altura&catid=40:actualidad&Itemid=63). Por ahí salió uno de esos “periodistas corruptos” para recordarles que Gabriel García Moreno, considerado el mayor tirano que Ecuador ha tenido en su historia, subió al Pichincha cuya cima está a 4.698 metros, incluso durmió allí. (A él le ganó Correa; en altura). Pero Simón Bolívar, su ídolo y líder de la Gran Colombia, si le ganó porque subió al Chimborazo cuya cima llega a 6.310 metros. Allí se inspiró para su obra poética famosa: ‘Mi delirio sobre el Chimborazo’. http://www.casadelacultura.gob.ec/?accion=publicaciones&id=158
Después de este contacto con la naturaleza, a las 8 de la noche del jueve15 de agosto 2013, el presidente Correa se presentó en cadena obligada de radio y televisión para dar la mala nueva al mundo verde. “Con profunda tristeza, pero también con absoluta responsabilidad con nuestro pueblo y con la historia, he tenido que tomar una de las decisiones más difíciles de mi Gobierno. El día de hoy he firmado el decreto ejecutivo para la liquidación de los fideicomisos Yasuní-ITT y con ello poner fin a la iniciativa”.  Justificó su decisión en que los fondos disponibles depositados en los fideicomisos Yasuní-ITT apenas llegaron a USD 13,3 millones. Es decir solo el 0,37% de los USD 3.600 millones esperados… A ello se sumaban USD 116 millones de compromisos no directamente vinculados a la iniciativa. Como segunda razón exponía que el proyecto no fue comprendido por los países responsables del cambio climático. Dijo que la explotación afectará a menos del 1% del parque Yasuní (luego rectificó: uno por mil). Que de allí se sacarían 18 mil millones de dólares para combatir a la pobreza, especialmente en la Amazonia, y dar mayor cobertura de servicios públicos al 50% de la población ecuatoriana (tomado de El Comercio, 16 de agosto 2013).
Luego de esta decisión, Roque Sevilla, político, ambientalista y promotor turístico destituido por Correa junto a los otros miembros de la primera comisión negociadora del Yasuní, dejó flotando esta pregunta: “¿El Presidente será capaz de ver a los ojos a sus hijos y nietos cuando el Yasuní esté devastado y no quede nada…?”
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Perlas Revista Vistazo. Enero 28, 2010.
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